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Spreen caminaba por los pasillos de la sede, enfadado y furioso. 

Daba pisotones con cada zancada, apresurándose a llegar a la oficina de su jefe. 

Al estar enfrente, abrió la puerta y entró, encontrándose a Dream con un cigarro en su boca mientras revisaba papeles tranquilamente.

—. ¿Ellos lo saben? - pregunta, apretando sus puños.

—. ¿Saber qué? - pregunta, desinteresado. 

Spreen tragó grueso, furibundo.

—. Lo que le hiciste cuando tenía diez años, lo que le hiciste cuando apenas era un niño. Ellos, ¿lo saben? - pregunta.

Dream suspira, soltando el humo del cigarro y viéndolo fijamente.

—. ¿Deberían? No tiene interés, está en el pasado - responde, continuando con los papeles.

Spreen suspiró pesado, conteniendo su enojo.

—. ¿Así de fácil? ¡Lo que le hiciste fue un crimen! - exclama, furioso.

—. ¿Y? Ya pasó - responde —. Él cometió muchos crímenes más, a nadie le va a importar su pasado.

Spreen asintió, exaltado. 

—. Tienes razón, a nadie le va a importar - responde, para luego abalanzarse sobre él y golpearlo. 

Agentes entraron para frenar la pelea, echando a Spreen del edificio. 

—. ¡Tienen que verlo! ¡Hay grabaciones! - exclama, forcejeando contra sus compañeros.

—. Escucha, Spreen, todos sabemos sobre la aventura que tuviste con él - dice —. No lo trates de encubrir. 

Se quedó fuera del edificio, viendo como todo pasaba con normalidad. Mientras que alguien iba a ser juzgado ante la corte, un criminal más no lo iba a ser. 

Spreen se fue de ahí, para encontrarse con su compañera en otro lado, quien le hizo entrega del favor que pidió.

—. No creo que debas de hacer esto - dice, viendo a Spreen equiparse y guardar lo que le dio —. Él debe ser juzgado.

Spreen terminó de abrochar todo, para luego mirarla —. Y él también merece ser juzgado, no es inocente porque lo que hizo ya pasó. Lo que le hizo a ese niño que ya sufría un infierno, sólo lo sepulto más. ¿Querías que fuera un héroe? Se unió al bando enemigo de su abusador, eso fue una guerra que ellos llevaron y que nadie supo, hasta ahora, y sólo lo ignoran. 

Spreen no esperó una respuesta, se fue del lugar y se camufló entre las sombras. 

Al día siguiente, el juicio inició. 

Quackity estaba quieto, sentado débilmente al lado de su abogado. Mientras que el juez, Dream, estaba frente a él, siendo la máxima autoridad del lugar. 

—. Estamos todos reunidos en este día, para juzgar a Quackity Maldonado, de veinticuatro años, por sus crímenes cometidos. Desde el robo, hasta el tráfico de personas - comienza. 

Mientras que todos hablaban y daban su punto de vista sobre sus acciones, Quackity sólo se mantenía en silencio.

—. Así que, Quackity, ¿cuál crees que es el peor crimen? - pregunta uno del público. 

El menor alzó su rostro, viendo al enmascarado frente a él, dueño de su virginidad y de malos recuerdos.

—. Abuso sexual - responde —. Para quienes no lo hayan vivido, es como morir en manos de alguien. Te crea inseguridades, pesadillas, sientes sucio tu cuerpo aunque te bañes. Adoptas un patrón de comportamiento en el que evitas que otros te toquen... yo creo que, el abuso sexual es asesinar a alguien sin robarle el alma. 

Sinners - SpreeckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora