El corazón cicatrizara

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El corazón de Ariana latía con intensidad mientras caminaba hacia su hogar. La confesión de Agustín le había dejado una huella dolorosa. Sus pensamientos se enredaban en un torbellino de emociones contradictorias. Se sentía mal porque sus sentimientos no eran correspondidos y, además, Agustín le había revelado que Marcos no tenía interés romántico en ella.
La confusión se apoderaba de Ariana y, al llegar a su habitación, se dejó llevar por la tristeza que la embargaba. Lloraba en silencio, sintiéndose vulnerable y desorientada. ¿Cómo había llegado a esta situación tan complicada? Anhelaba que el tiempo se detuviera, que no llegara el mañana, porque temía enfrentar la realidad en la escuela.
Sabía que Agustín guardaría silencio, especialmente con respecto a sus sentimientos hacia Marcos. Sin embargo, eso no mitigaba el dolor que sentía. A pesar de la promesa de secreto, la verdad latente pesaba sobre ella y alimentaba su tristeza. Sentía como si un abismo se hubiera abierto entre ella y la posibilidad de un amor correspondido.
En medio de la oscuridad de su habitación, Ariana buscaba respuestas en su interior. Reflexionaba sobre el poder del amor y cómo, a veces, puede causar más daño que felicidad.
La mañana siguiente, mientras Ariana salía de su casa rumbo a la escuela, se encontró con una situación inesperada. Agustín estaba parado en la puerta de su casa, y al verla, le saludó con un tímido "hola". Ariana suspiró, sintiendo la incomodidad en el aire, pero respondió al saludo con cortesía.
No pasó mucho tiempo antes de que Marcos también apareciera en escena. Vivía al lado de la casa de Ariana, por lo que se unieron en el camino hacia la escuela. El trío caminaba juntos, pero el ambiente estaba cargado de tensión. Ariana notaba la tristeza en los ojos de Agustín, quien aún no se reponía del rechazo que había recibido. A su vez, la presencia de Marcos la perturbaba, ya que ella sabía que él estaba interesado en alguien más.
La incomodidad se manifestaba en gestos incómodos y palabras entrecortadas. Los silencios incómodos parecían prolongarse, y las miradas esquivas revelaban la confusión y el pesar que cada uno de ellos llevaba consigo. Ariana se encontraba en medio de un dilema emocional: triste por haber rechazado a Agustín y al mismo tiempo incómoda al estar cerca de Marcos, sabiendo que él tenía sentimientos por alguien más.
El camino a la escuela se volvía un trayecto lleno de tensiones palpables. Cada paso parecía más difícil que el anterior, y el peso de las emociones se intensificaba. Ariana anhelaba que las cosas fueran diferentes, que el tiempo pudiera retroceder y deshacer todo el torbellino emocional que los envolvía.
Sin embargo, a medida que avanzaban, Ariana comenzó a comprender que no podía cambiar lo que ya había sucedido. No podía alterar los sentimientos de los demás, ni tampoco los suyos propios.
Ariana, decidida a sacar la incomodidad del ambiente, comenzó a hablar al azar sobre cosas triviales, como los últimos chismes de la escuela o las películas que había visto recientemente. Marcos, como siempre, respondía con réplicas sarcásticas y comentarios ingeniosos, dando lugar a sus conocidas peleas amistosas.

En medio de su intercambio de palabras, Agustín se unió a la diversión y, con una sonrisa, los separó suavemente. "Chicos, ya basta", dijo entre risas. "Sabemos que siempre terminan en estas peleas, pero no somos niños pequeños. Vamos a tratar de llevarnos bien hoy, ¿de acuerdo?"
L

os tres amigos se miraron y soltaron una carcajada colectiva. La tensión del momento se había disipado y se dieron cuenta de lo absurdo que era dejarse llevar por sus disputas habituales.
"Está bien, Agustín tiene razón", dijo Ariana con una sonrisa. "No podemos pasar todo el día peleando. ¡Vamos a disfrutar del camino a la escuela sin tantas discusiones!"
Marcos y Agustín asintieron, y los tres continuaron su camino hacia la escuela, esta vez con un ambiente más ligero y relajado. A medida que avanzaban, comenzaron a compartir anécdotas divertidas y a reírse de situaciones pasadas, recordando por qué habían construido una amistad tan sólida en primer lugar.

Ariana comprende que su amor por marcos cicatrizara, pero tambien comprende que debe decirle a marcos lo que siente por él

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