el despertador sonó y ariana se levantó con cierto malhumor, preparándose para ir a la escuela. sin embargo, al llegar al comedor, se encontró con la mirada confundida de sus padres. intrigada, les preguntó si algo estaba sucediendo. su padre, entre risas, le informó que era sábado y que no había clases ese día. ariana se puso roja de vergüenza al darse cuenta de su error y miró su celular, donde confirmó la información. todos juntos, ariana y su padre compartieron una risa ante la situación inesperada.
Ariana, después de desayunar con sus padres, se recostó en su cama y comenzó a revisar sus redes sociales en su celular. Repentinamente, escuchó cómo la puerta de su habitación se abría, y sin estar de humor para recibir a nadie, le pidió a su padre que no la molestara. Sin embargo, al ver que era Marcos quien entraba, se puso roja de vergüenza y se cubrió con las sábanas, preguntándole qué hacía en su habitación.
Marcos, con una pequeña risa, le recordó que no era la primera vez que la madre de Ariana lo dejaba entrar a su habitación. Ariana, saliendo tímidamente entre las sábanas y mostrando solo su cabeza, le preguntó si había pasado algo. Marcos se tocó la nuca nerviosamente y le pidió que fingiera que nada había sucedido la noche anterior y que continuaran siendo amigos.
Ariana, visiblemente entristecida, aceptó con tristeza la petición de Marcos. Al verlo marcharse incómodo, Ariana no pudo contener sus emociones y se largó a llorar. Las lágrimas reflejaban su desilusión y la dificultad de ocultar sus verdaderos sentimientos hacia Marcos.
Marcos caminaba lentamente por el pasillo solitario de la casa de Ariana, sumergido en sus pensamientos. El encuentro con Ariana no había salido como esperaba, y ahora escuchaba el eco de sus lágrimas en su mente. La angustia se apoderaba de él, y su instinto le decía que debía regresar y consolarla. Sin embargo, en ese preciso momento, el padre de Ariana apareció frente a él. El hombre, con una expresión seria en el rostro, le hizo entender con pocas palabras que era mejor que se marchara. Marcos dudó por un instante, sus ojos buscaban desesperadamente una señal de que debía quedarse, pero el padre de Ariana no parecía dispuesto a permitirlo. Marcos asintió con resignación y obedeció. Giró sobre sus talones y se alejó de la casa, con la vista fija en la puerta de la habitación de Ariana. Una sensación de tristeza y arrepentimiento lo embargó mientras caminaba. Sabía que había dejado a Ariana en un momento de vulnerabilidad, y su corazón se apretaba con cada paso que daba. En medio de su desasosiego, se encontró con Agustín, su amigo de toda la vida. Agustín notó de inmediato la preocupación en el rostro de Marcos y le preguntó con sinceridad si algo había ocurrido. Marcos intentó disimular su pesar y, con una sonrisa forzada, respondió que todo estaba bien. Sin embargo, Agustín, quien lo conocía demasiado bien, percibió la mentira en sus palabras.
Aunque Agustín quería saber más, respetó el silencio de Marcos. Sabía que su amigo necesitaba espacio y tiempo para procesar lo que acababa de suceder. Sin decir nada más, Agustín decidió entrar a la casa de Ariana, mientras seguía con la mirada a Marcos, quien se alejaba lentamente. Cuando Agustín entra a la casa y se encuentra con el padre de Ariana, puede notar en su mirada una mezcla de preocupación y resignación. Esto nos indica que Ariana ha debido manifestar su malestar en presencia de su familia, lo cual es un claro indicativo de la profundidad de su tristeza. Agustín, al percatarse de la situación, siente un nudo en la garganta y decide dirigirse hacia la habitación de su amiga. cuando entró a la casa de Ariana y se encontró con el padre de ella. En la mirada del padre, Agustín percibió una mezcla de preocupación y resignación, una expresión que le hizo tragar en seco y anticipar lo que estaba a punto de descubrir. Movido por la inquietud, Agustín se dirigió directamente a la habitación de Ariana, donde la encontró sumida en el llanto. La angustia y el dolor se reflejaban en sus lágrimas. Preocupado por su amiga, Agustín se acercó a ella y le preguntó qué había ocurrido. Entre sollozos, Ariana reveló que le había confesado sus sentimientos a Marcos, pero este la había rechazado. En ese momento, Agustín sintió un peso en el pecho. Se sintió culpable, porque sabía que la reacción de Marcos estaba directamente relacionada con él. Era consciente de que sus propios sentimientos hacia Ariana habían influido en su decisión de rechazarla. La carga de la culpa se hizo insoportable para Agustín, quien se culpaba por haber causado tanto sufrimiento a su amiga.
Agustín, con la intención de reconfortar a Ariana, le aseguró que las cosas mejorarían. Esperaba brindarle un poco de consuelo y esperanza en medio de su dolor. Sin embargo, en respuesta, Ariana simplemente lo abrazó en silencio, sin pronunciar palabra alguna. En ese momento, ambos optaron por el silencio como forma de comunicación, reconociendo que las palabras podrían resultar insuficientes para expresar todo lo que estaban experimentando.
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Destinos Entrelazados
Fiksi PenggemarAriana está enamorada de Marcos, su amigo de la infancia, pero él solo la ve como amiga. Agustín, otro amigo, también tiene sentimientos por Ariana pero no se atreve a confesarle. Cuando Agustín finalmente le revela sus sentimientos, Ariana confiesa...