Confesiones

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La situación en la escuela se volvió rumor tras la acción de Marcos al defender a Ariana y casi iniciar una pelea. Algunas chicas que se hacían llamar "amigas" de Ariana le mencionaron si había escuchado sobre el incidente en el que Marcos estuvo a punto de pelear por ella. Confundida, Ariana les dijo que no sabía de qué estaban hablando. Estas chicas le comentaron que no conocían los detalles, pero que Marcos se había enfadado por algo que dijeron de ella. Entre burlas, una de ellas dijo: "Seguro dijeron que es fea", mientras que la otra añadió: "Sí, es cierto", entre risas. Ariana, visiblemente molesta, solo las miró de reojo y vio a Marcos pasar. Gritó su nombre y él, con una sonrisa, le dijo: "Hola, tonta". Ariana notó cómo las dos chicas mencionadas antes lo observaban y, tomando la mano de Marcos, dijo que ella quería verlo entrenar. Ariana le pidió que le contara lo que había pasado con el chico. Marcos le explicó la situación y ella suspiró, diciéndole que no era una niña y que no era necesario que él hiciera eso, ya que ella sabía defenderse. En ese momento, Ariana soltó la mano de Marcos y le advirtió que fuera la última vez que actuara de esa manera. Justo en ese momento, llegó Agustín y les preguntó si todo estaba bien, a lo que ambos se miraron y respondieron con una sonrisa diciendo que sí. Luego, se unieron a Agustín y fueron a ver a Marcos jugar al vóley.
Después de ese incidente, el día transcurrió de manera bastante normal. Aunque algunas chicas lanzaron indirectas hacia Ariana y los chicos parecían no prestarle atención, Agustín decidió hacer algo para animarla. La invitó a tomar un helado, con la intención de tener un momento a solas con ella. Sin embargo, Marcos, al escuchar la invitación, interrumpió en tono de broma diciendo: "Helado, ¿nos invitas a los dos?". Agustín suspiró ante la situación, ya que quería tener una cita privada con Ariana, pero decidió aceptar y dijo que sí, los invitaba a los dos.
Después de salir de la escuela, fueron juntos a disfrutar de los helados. Ariana y Marcos se comportaban como dos niños felices mientras saboreaban sus helados. De repente, ambos expresaron al unísono su deseo de subirse a la montaña rusa. Sin embargo, Agustín les confesó que le tenía miedo a las alturas, lo cual los entristeció un poco. A pesar de eso, Agustín les animó a subir y les aseguró que los esperaría sentado mientras ellos disfrutaban de la montaña rusa.
Después de que Agustín se sentara en un banco cercano, esperando a Ariana y Marcos, ocurrió algo inesperado: la montaña rusa se detuvo, dejando a Marcos y Ariana atrapados en lo alto. Agustín sintió cierta tristeza y envidia al verlos allí arriba, ya que él tenía miedo a las alturas y no podía compartir ese momento con ellos. Solo pudo observar cómo los técnicos trabajaban para solucionar el problema y poner la atracción en funcionamiento nuevamente.
Mientras tanto, Marcos y Ariana se sorprendieron por la situación. Ariana comenzó a sentir un poco de miedo, pero Marcos intentó tranquilizarla sugiriéndole que mirara el océano, ya que la vista desde lo alto era hermosa. Ariana se dio la vuelta y contempló la vista, sonriendo. Marcos la observaba fijamente y, en ese momento, se percató de lo hermosa que era su amiga de infancia. Era la primera vez que veía ese lado de ella y le gustaba.
El momento se vio interrumpido cuando la montaña rusa finalmente volvió a funcionar. Marcos desvió su mirada, evitando que Ariana notara su reacción. Al bajar, les dijo que debía irse y salió corriendo antes de que pudieran verlo en ese estado emocional.
Agustín, desde lejos, notó la prisa con la que Marcos se alejó y comprendió que había algo más en sus sentimientos hacia Ariana.
Ariana, sorprendida por la repentina partida de Marcos y notando que estaba sonrojado, le sonrió y se preguntó a sí misma por qué se había ido tan rápido. Luego, miró a Agustín con curiosidad y le preguntó si le gustaba alguien, sonriéndole de manera cómplice. Agustín la miró a los ojos y le respondió que sí, que esa persona especial era ella.
Ariana, al recibir la respuesta de Agustín de que él sentía algo por ella, quedó en silencio y sintió cierta incomodidad. Aunque le agradaba Agustín como amigo, sus sentimientos románticos estaban dirigidos hacia Marcos. No quería lastimar los sentimientos de Agustín y no sabía cómo responderle de manera honesta.
Después de unos segundos de silencio incómodo, Ariana decidió ser sincera con Agustín. Con una mirada apenada, le explicó que aunque valoraba su amistad y le tenía mucho cariño, sus sentimientos románticos estaban enfocados en otra persona, en este caso, en Marcos. Le pidió disculpas si eso le causaba alguna molestia y esperaba que pudieran seguir siendo amigos.
Agustín, le dijo a Ariana que Marcos gustaba de otra chica para protegerla y ocultar sus verdaderos sentimientos, sintió un profundo dolor en su corazón. Mientras miraba hacia otro lado, mentía frente a su cara con la intención de evitar que Ariana sufriera. Sin embargo, en su interior, Agustín se sentía mal por engañarla y por actuar motivado por los celos hacia Marcos.
En medio del incómodo silencio que siguió, Ariana decidió que era mejor irse. Ante esta afirmación, Agustín solo pudo ver cómo ella se alejaba, dejándolo solo con sus pensamientos y emociones. En ese momento, Agustín se dio cuenta de que su intento de proteger a Ariana había sido contraproducente. Mintiendo y alejándola de esa manera, había lastimado a ambos y había causado una ruptura en su amistad.
Lleno de remordimiento y arrepentimiento, Agustín se lamentó por sus acciones. Reconoció que había sido egoísta y que había dejado que los celos influyeran en su comportamiento. Pero a él le gustaba Ariana, y mucho, mucho más que a Marcos.

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