Destinos Entrelazados

La cagué

Luego de un rato en el que ariana y Marcos hablaron sobre cosas triviales, ariana le dijo que iria por el balde de agua, Marcos le dijo que estaba bien, sin embargo, Ariana al volver tropezó y el balde de agua se derramó sobre ella, empapándola por completo. Para su desgracia, el impacto de la caída también reveló algo embarazoso, su sostén, "brazier", quedó expuesto ante Marcos. Ariana se sintió abrumada por la situación, y un mar de emociones la invadió. Vergüenza, enojo consigo misma por no haber sido más cuidadosa y se preocupo por cómo reaccionaría Marcos ante el incidente. Marcos, por su parte, quedó sorprendido y un tanto incómodo con la situación. Observar a Ariana en ese estado inesperado lo tomó por sorpresa, y sus primeros instintos fueron de preocupacion. Sin embargo, también entendió que era un momento vergonzoso para Ariana, y no quería hacerla sentir más incómoda de lo que ya estaba. Marcos, sin dudarlo, se quitó la campera para dársela a Ariana. A lo que Ariana expresa su gratitud, y le dice perdón. Sorprendida por la inesperada mala suerte, se disculpa rápidamente con Marcos, quien no puede evitar suspirar ante la situación. Cubriendo su rostro con ambas manos, parece algo incómodo y nervioso. Tras un suspiro profundo, Marcos se destapa y se dirige a Ariana con tono serio, diciéndole que debería tener más cuidado y no ser tan descuidada, especialmente delante de un chico. Ariana lo mira, sorprendida por sus palabras y un poco desconcertada. Sin embargo, antes de que pueda responder, él continúa explicando que aunque se conocen desde la infancia, ahora son adolescentes y que las cosas han cambiado. Marcos, preocupado, le menciona que ella no debería mostrar su ropa interior, incluso si fue un accidente. Se ruboriza y agacha la mirada. Ariana siente que su corazón late más rápido y sus mejillas se encienden, sintiéndose avergonzada y algo molesta por el comentario de Marcos. Sin embargo, antes de que estalle en furia, recuerda cuánto ha significado él para ella y cómo han compartido tantos momentos especiales juntos.
-Lo siento, Marcos. No fue intencional -dice ella, buscando las palabras adecuadas para expresarse-No deberías preocuparte tanto. Después de todo, me conoces mejor que nadie, ¿verdad? Sabes que no haría algo así a propósito-
Marcos asiente, un poco incómodo al darse cuenta de que sus palabras pueden haber sido malinterpretadas. Él sabe que Ariana es genuina y confiable, pero no puede evitar sentir una extraña sensación de protección hacia ella, quizás debido a los sentimientos que ha empezado a albergar.
-Lo sé, lo siento. No quise sonar brusco -responde él, bajando la mirada-
Antes de que Marcos pueda seguir con lo que estaba a punto de decir, Agustín se acerca rápidamente a Ariana y le explica que ha venido a buscarla para acompañarla a casa, Ariana asiente y, aunque intrigada por la conversación que quedó suspendida con Marcos, accede a ir con Agustín.
-Está bien, Agustín, Vayamos -dice Ariana mientras se despide con una mirada curiosa hacia Marcos-
Marcos, viendo que no tiene más opción que dejar la conversación para otro momento, sonríe y le desea suerte en su trayectoria a casa. En su interior, se siente un poco frustrado por la interrupción, pero comprende que hay asuntos que deben abordarse en el momento adecuado.
Ariana le pidió a Agustín que la esperara abajo por un momento, ya que necesitaba quitarse el disfraz que llevaba puesto y ponerse ropa más cómoda. Agustín asintió y la esperó pacientemente. Un rato después, Ariana salió con un atuendo más relajado, y Agustín no pudo evitar mirarla con admiración. Ariana notó su mirada y le preguntó qué sucedía, a lo que él respondió con curiosidad, señalando divertido que llevaba puesta la campera de Marcos, Entre risas nerviosas, ella le explica que la campera le fue prestada por Marcos, ya que a ella se le cayó un balde de agua al correr. La respuesta de Agustín aparentemente parece neutral, con una expresión facial de enojo mientras mira hacia adelante. Sin embargo, cuando Ariana lo observa, él le sonríe para disimular su enojo. Al llegar a la casa de Ariana, Agustín se detiene frente a la puerta y respira profundamente, Sin perder tiempo, Agustín le pregunta emocionado si puede entrar. Ariana responde con una risa.
-Oh, no es necesario, Quizás en otro momento-  le dijo con suavidad, intentando buscar las palabras adecuadas para no lastimar a Agustín-
Agustín, por su parte, apretó los puños mientras asentía, ocultando su dolor detrás de una máscara de aceptación.
-Quizás en otro momento- respondió, tratando de mantener la calma, Sin embargo, su corazón estaba roto por dentro, incapaz de entender por qué las cosas no funcionaban como él deseaba-
Con un nudo en la garganta, Agustín se despidió de Ariana y comenzó a caminar hacia su casa. 
Ariana, aún con la mirada perdida en la distancia, notó que Marcos, había llegado a su casa. Sus ojos se cruzaron por un instante, y aunque Marcos trató de disimularlo, Marcos suspiró profundamente y decidió entrar en su casa. Ariana, se quedó un rato afuera, observando de reojo la casa de Marcos. Ariana suspiró profundamente y miró al cielo
-Debo bañarme aún- murmuró para sí misma con un dejo de cansancio en su voz-
Ariana, con paso cansado, finalmente ingresó a su casa. 
En cambio, por su parte Marcos, al entrar, se tapó la cara con ambas manos, sintiendo cómo la tristeza y la frustración lo invadían. Su corazón dolía al ver a Ariana con Agustín, sabiendo que no podía hacer nada para cambiar la situación, Sus pensamientos eran una tormenta de emociones encontradas. Por un lado, estaba feliz por Ariana y su conexión con Agustín, pero por otro lado, sentía un profundo pesar por no ser él quien estuviera junto a ella. Se había prometido a sí mismo no interponerse en su felicidad, pero eso no evitaba que su corazón se rompiera en silencio.
-La cagué- susurró entre un suspiro-
Lo que no sabía era que su hermana de 8 años lo había observado en secreto. Ella, desde una esquina cercana, había sido testigo silencioso de toda la escena. Sus ojos brillantes mostraban comprensión a pesar de su corta edad.