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Si era sincero se sentía algo mal después de aquel encuentro y lo sucedido con George ese no era el plan pero por lo menos habían avanzado un poco... O algo así si es que ese caos se le puede llamar avance de alguna extraña manera, después de intentar solucionar aquel caos días después se enteró que esos dos habían hecho "oficial" su relación por una parte se alegraba en gran manera pero por otra sentía que algo no estaba bien allí de hecho no era el único parecia que toda la parrilla pensaba lo mismo bueno casi todos, pero ahora estaba sentado junto a Checo.

— ¿Crees que me perdone?-

— Lo hará, solo déjalo un tiempo está demasiado agobiado es todo.-

— Parece que me odia.-

— No seas pendejo no te odia simplemente necesita tiempo, Max está bien nadie te odia y lo sabes muy bien lo que pasó allá fue una reacción natural, entro en ansiedad creo eso no significa que te odie.-

Lo volteo a ver acariciando su mejilla para darle un beso y sonreírle, indicándole que tenía todo su apoyo.

— Aunque lo de Zhou salió muy de la nada.-

Suspiro intentando descifrar desde cuándo salían.

— Y que lo digas pensé que nada había salido pero bueno ahora toca ver qué sucede.-

Sonrió con gracia haciendo reír al mexicano, si sabía que no lo podía odiar pero ese miedo aún prevalecía en el y no, no era por ser narcisista u orgulloso y ahora estaba claro se alejaría de él, sabía que la situación era agobiante y no quería más problemas.

— ¿Que harás está noche?-

— Sinceramente no pensaba en nada en especial ¿Porque lo preguntas?-

— ¿Quieres ir a cenar?-

Una sonrisa fue la mejor respuesta que pudo recibir, y con eso fue que armaron planes para aquella noche. Eran las siete en punto y Max se encontraba fuera de la habitación del mexicano con un traje esperándole cuando esté salió ambos sonrieron, le tomo cuidadosamente de la mano y salieron hacia aquel lujoso restaurante risas y charlas tranquilas, comentarios dulces y otros de doble sentido una noche única para dos enamorados era perfecta para ellos dos como todo debía de ser.

Viajando a otra parte se podía observar al británico observando el cielo en silencio estaba solo en la habitación de aquel hotel sus amigos estaban ocupados por lo que realmente no tenía nada que hacer, no quería salir la pena y vergüenza aún lo invadían después de aquel show que había hecho su celular sonó de nuevo lo tomo con cansancio y solamente respondió.

— Buenas noches se comunica con George Russell ¿Que necesita?-

Menciono sin mucho ánimo y hasta cierto punto algo molesto por qué habían interrumpido su momento de paz.

— Auch, ¿así saludas a tu novio Georgie?-

— Perdón, no ví el nombre... Fue mi error.-

Menciono con pena escuchando una risa del otro lado de la línea no entendía como el otro podía mantener aquel tan buen humor y ser tan amable con el después de lo sucedido del cómo él llegó a manchar la imagen del piloto de Alfa Romeo por un arrebato de desesperación al no saber cómo controlar sus emociones simplemente era algo que no le cabía en la cabeza pero aquel tono tan amable le saco de sus pensamientos.

— Pensaba llevar algo para que cenemos juntos ¿No sé si te molesta o estás de acuerdo en ello?-

Preguntó mientras se detenía un momento en su caminata esperando una respuesta, el otro solamente se mordió suavemente el labio inferior mirando su departamento el cual estaba completamente en orden nada estaba fuera de su lugar, no quería ser una molestia pero tampoco se quería sentir solo además así le podría agradecer de alguna manera por todas las atenciones.

— Desde luego, estaría encantado de recibirte.-

Menciono con algo de timidez mientras se levantaba y caminaba hacia la habitación para cambiarse de ropa sin cortar la llamada.

— Está bien, entonces te veo en... Treinta minutos llevaré pizza y una sorpresa para ti.-

— Zhou no es...-

Se quedó con la frase sin terminar cuando el otro le colgó suspiro pesadamente y se terminó de cambiar está vez poniéndose algo un poco más casual si aún cuidaba su estilo se miro nuevamente al espejo notando como aquellas ojeras aún estaban allí pero ya no eran tan marcadas como antes y luego miro sus muñecas las cuales tenían unos brazaletes que Charles le regaló estos cubriendo aquellas marcas que no se pudieron ir, tomo el teléfono de la habitación y pidió un servicio para la habitación pidiendo algunas cosas las cuales llegaron a los minutos.

Pasados unos minutos el mencionado llegó a aquella habitación al entrar observo todo bien ordenado, cerró la puerta y se adentro un poco más hasta que lo observo estaba algo apurado con la camisa un poco desarreglada quien le sonrió, sonrió y dejo las cosas en la mesa que estaba allí para acercarse y saludarlo.

— Hola, George veo que te has puesto muy lindo, ¿Cómo estás?.-

Menciono con una pequeña sonrisa acercándose a arreglarle el cuello de esta, si ambos se habían metido mucho en sus personajes durante ese tiempo de "relación" al estar listo recibió un beso en la mejilla por parte del británico quien lo invito a tomar asiento.

— Es cierto te dije que te traería una sorpresa, ten iba caminando y pensé que te gustaría.-

Le entrego una bolsa muy bien decorada la cual tenía adentro chocolates los favoritos de George exactamente unos snickers, el británico los tomo con una sonrisa y las mejillas coloradas por aquel gesto pero reaccionó inmediatamente.

— Muchas gracias no tenías por qué, sinceramente ya has hecho mucho ayudándome con todo el problema que provoque, sinceramente lo siento mucho se que esto debe ser incómodo hasta cierto punto y yo lo siento mucho por eso pero ...-

Fue interrumpido por un beso por parte del azabache dejandolo algo confundido.

— Deja de disculparte George los dos estamos en esto ¿Ok? Y si era necesario has estado algo desanimado algo que te levanté el ánimo no te hace mal.-

Recibió un abrazo como respuesta el cual correspondio gustosamente, terminaron cenando juntos y luego de una larga noche de charlas George cayó dormido, el azabache lo observaba con atención suspirando suavemente mirando sus detalles no había sido nada fácil hacer que se intentará levantar de nuevo pero allí estaba intentándolo nuevamente levantarse, miro aquellas ojeras siendo producto de las veces que no comía o simplemente no dormía le sorprendia el cómo aún así iba a las carreras y ni hablar de las numerosas veces en las que lo encontró con una hoja de rasuradora en mano y los cortes en sus brazos eran algo que no le gustaría ver nunca más en su vida.

Nadie era culpable de nada, la sombra del pasado siempre los perseguía, algunos traumas simplemente no se pueden dejar atrás pero siempre se puede mejorar, no importa que tan difícil sea con la compañía indicada siempre se puede lograr.

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Hola, ¿Que tal les va? Espero que bien pienso dejar está historia con uno o dos capítulos más a parte de este para que no pierda su escencia. Nos vemos en la próxima;)
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That's The Way Love Goes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora