Jungkook termina con Taehyung porque quiere vivir y tener nuevas experiencias con otras personas. Se siente muy bien, muchas fiestas, mucho sexo y diferentes experiencias, pero... ¿Por qué le molesta cuando Taehyung también adopta ese estilo de vida...
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La noche en que JungKook había decidido terminar su noviazgo, lo último que en lo que estaba pensando era en lastimar a TaeHyung. Todo lo que deseaba era protegerlo de los eventos desafortunados de sus inmadureces; de las peleas bobas que terminaban en besos con el corazón acelerado de JungKook no sólo por sentirse querido, sino por sentirse aterrado de que alguna vez aquello terminaría diferente, con ellos tomando caminos separados e ignorando la existencia del otro como si nunca hubieran significado nada.
En ese entonces, JungKook pensaba que moriría sin TaeHyung. Quizás esa era la razón son por la cual prefería tenerlo a su lado como amigos a arriesgarse a un catastrófico final.
— De verdad quiero que sigas en mi vida, pero tengo mucho miedo...
Lo sabía, pero escucharlo de la voz de TaeHyung incrementaba el sentimiento de culpa.
— Tengo mucho miedo de que vuelvas a lastimar mi corazón.
Su corazón estaba siendo sostenido entre las manos de TaeHyung que lo apretaban una y otra vez lastimándolo con sus palabras, lastimándolo al expresar una verdad de la que él se sentía por completo culpable.
Su llanto estaba siendo retenido y los pequeños hipidos del cuerpo de TaeHyung y la respiración contra su cuello le indicaban que ninguno de los dos quería mostrarse vulnerable frente al otro.
— Lo merezco — sus brazos no soltaban el cuerpo de TaeHyung contra el suyo, no podría mirarlo a los ojos estando tan avergonzado. — Aquel día en tu casa me lo dijiste, no confías en mí y lo merezco porque yo hice que nuestra confianza se rompiera — su voz salía en un susurro buscando no quebrarse. — Pero... por favor espera sólo un poco más, sólo dame un poco más de tiempo para demostrarte que todavía puedes confiar en mí.
— No eres el mismo de antes...
JungKook sonreía melancólico sintiendo algunas lágrimas escapar, las manos tibias de TaeHyung sobre su espalda descubierta aferrándose a él. No lo era. Ya no era el mismo de antes y esperaba nunca volver a serlo. Nunca volver a cometer esos errores.
— Tú tampoco lo eres — expresaba atreviéndose a acariciar la espalda ajena. — Pero eso está bien, el ser humano es cambiante durante toda la vida y yo te quiero así... para toda la vida.
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