Felix se casa con Bang Chan, sabiendo que él aún no supera la muerte de su ex-esposa.
― ¿La extrañas, papá?
― Nunca he amado ni amaré a nadie como amé a tu madre.
🝱 ! Autor original: MINGGI
🝱 ! Chan top! felix bottom!
🝱...
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Changbin alza una ceja hacia Chan mientras ordena los papeles en su escritorio.
―¿No se hablan?
―No. Discutimos hace como dos días y desde entonces no nos hablamos.―Tuerce los labios.
―Y, ¿Podría saber la razón de su pelea?
Chan asiente tomando asiento en el escritorio de su jefe y entonces cuenta la razón de su discusión. Aunque tenga en cuenta que hay altas probabilidades de que reciba algún golpe por parte de Changbin al molestar a su hermanito.
Cuando termina de relatar lo sucedido espera algún comentario de la parte contraria. Más solo recibe una imagen visual de Changbin sobando el punte de su nariz.
―¿En serio?
Alza la mirada con la cabeza inclinada, como un perrito regañado.―¿Estás molesto, no?
―¿Tú que crees?
Chan se queda callado.
A Changbin lo nota tenso, pero suspira para dejar los papeles a un lado y prestarle atención a su situación.
―Te voy a decir una cosa, y me escucharás o te despido. Es sí o sí.
Chan lo miró divertido.―Llevas años diciendo eso, pero sabes que no puedes despedirme, me quieres demasiado.
―Lo que sea.―Rueda los ojos irritado por su amigo.―Escúchame, déjate de tonterías.―Chan borra su expresión alegre y aprieta los labios. Changbin lo mira a los ojos.―¿Sabes qué quiero que hagas? Que tú vayas con mi hermano, hablen, arreglen su mierda y discúlpense ambos con el otro, por su inmadurez. Y así se dejan de estupideces.
Changbin parece molesto. Aquel día el humor lo lleva arrastrando con los dientes apretados. Cuando está en ese estado, no tiene filtro en la boca.
Chan lo conoce bien.
Suspira.―Tienes toda la razón, pero hay mejores formas de decirlo...―Se acerca a su amigo y lo analiza un momento.―¿Acaso volviste a pelear con Seungmin?
Ve a su amigo asentir luego de segundos con los labios apretados.
Pasa una mano por su cabello y pega su espalda al respaldar de su silla de cuero.
―Sí, tienes razón, perdóname... No debería desquitarme más de lo usual contigo.
Bang asiente.―No te preocupes. Te soporto con todo y tus pulgas.―Bromea un poco.
El mayor lo mira serio.―Por Dios, eres como un niño fastidioso, nunca te cansas.
El peli-negro ríe un poco, hasta que su risa se apaga con incomodidad. Se queda mirando sus propias manos entrelazadas.
Una voz le habla en su cabeza.
Tengo que disculparme con Felix, debo disculparme con él.
