SOFTCORE | ʜᴇʟᴀᴇɴᴀ ᴛᴀʀɢᴀʀʏᴇɴ

i. pentos

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I. PENTOS

Daemon vivía felizmente en Pentos con Laena, su hijo y sus hijas, le traía calma el saber que no necesitaba estar peleando constantemente con su hermano. Sin embargo todo eso se acabo cuando uno de los sirvientes de aquella fortaleza llego con una carta de su hermano. 

Se rehusó a leerla, no quería saber nada de Kings landing pero su esposa, Laena lo convenció de leerla diciendo que le pudo suceder algo a su hermano o incluso a Rhaenyra y a regañadientes la leyó pero no le gusto en absoluto.

— No daré a mi hijo para que se case con una víbora — dijo el príncipe a su esposa mientras guardaba un libro en el estante. 

— Tienes que pensarlo al menos — hablo Laena mientras tocaba su vientre abultado, pronto se acercaba el fin de su embarazo y era lo que más temia, no sabía si sería igual de fácil que con las gemelas o más difícil.

— No Laena he criado a mi hijo para que   sea un guerrero no para que este encerrado en un castillo — sin poder evitarlo la Velaryon soltó una risita lo que pareció despertar la furia del príncipe canalla — ¿Qué carajos es tan gracioso? 

— Nada — dijo alzando las manos en son de paz mientras sonreía y sin poder evitarlo Daemon ya también estaba sonriendo. — Piénsalo tal vez traiga beneficios para nuestra familia o al menos evitara una guerra. — Termino por decir y se marcho dejando a su esposo confundido sobre si seria buena idea.

(...) 

Rhaegar estaba en el patio con el maestro de armas entrenando para poder ir al torneo que pronto se avecinaba, sin embargo se distrajo al ver a su madrastra con sus hermanas menores a las cuales les sonrió. Entonces el compañero le quitó la espada de la mano y lo empujó al suelo. 

— Intenta mantener la concentración, mi príncipe —dijo el maestro de armas, — no debes dejar que tu oponente tome la delantera 

 El príncipe suspiró con una mirada avergonzada de ser empujado al suelo como un principiante. Tomo su espada y se dirigió a las mujeres.

—Mejorarás con el tiempo— dijo Laena mientras lo observaba con una sonrisa 

—Por supuesto — murmuro mientras revolvía los rizos de su hermana Rhaena  quien hizo un puchero. 

—Los caballeros no se vuelven hábiles en un día Rhae—la Velaryon veía cada día el esfuerzo del joven y se sorprendía demasiado por como a pesar de cada caída el siempre se levantaba—Incluso tu padre a sido derribado sobre su trasero mas de una vez.— Todos soltaron una risa ante tal comentario mientras que Rhaegar asintió en afirmación. 

— Algún día seré una guerrera como tu y podremos tener una lucha justamente — dijo Baela mirando al príncipe con admiración. 

— Por supuesto que si y te aseguro que te ganare —  dijo mientras levantaba a la niña como saco de papas. Baela soltó un grito antes de que empezara a reírse, ambos escucharon como laena los regañaba sin embargo ninguno hizo caso en cambio Rhaegar tomo impulso y empezó a correr al rededor del patio aun con su hermana sobre su hombro. 

— ¡Es mi turno! — comenzó a gritar Rhaena siguiendo a sus hermanos, Laena solo pudo mirarlos con furia antes de que soltara una risa ante la escena tan divertida. 

— Vamos ya tenemos que cenar — dijo deteniendo a Rhaegar quien asintió y bajo a su hermana que  rápidamente se acomodo el vestido y por fin emprendieron su camino al castillo. 

Una vez adentro todos se dirigieron al comedor donde se encontraba Daemon hablando con un sirviente. 

— ¡Padre! — grito Rhaena mientras Corría hacia su padre quien la recibió con los brazos abiertos. — A Rhaegar lo derivaron — dijo con una sonrisa mirando a su hermano. 

— ¿Es cierto? — pregunto Daemon con diversión. 

— Solo fue un descuido — hablo Rhaegar quien sostenía una copa antes de tomar un trago. 

Todos comenzaron a cenar con la presencia del lord  quien solo hacia comentarios machistas  o cosas inapropiadas lo que desagradaba demasiado a Rhaegar y a Baela, mientras que Rhaena y sus padre se reían forzosamente. 

— Rhaegar pronto se casara— dijo Daemon de la nada.

Rhaegar casi se atraganta con la zanahoria que comía y tosió bruscamente. Baela entró en pánico y le ofreció una copa a su hermano. Cuando parece que se calmo arreglo su postura desde la silla. 

— ¿Si me niego a casarme? — Pregunto mirando a su padre. 

—No es posible la carta ya fue enviada — Laena soltó un suspiro sabiendo que pronto padre e hijo tendrían una fuerte discusión por lo que se levanto de la mesa y se disculpo llevándose consigo a las gemelas. Los demás se quedaron presentes para presenciar tal discusión. 

— ¿Al menos puedo saber con quien será? — volvió a preguntar mirando furioso al Targaryen quien parecía demasiado tranquilo, no quería pelear, hoy no, por lo que mantuvo la calma. 

— Con tu prima Helaena — dijo con simpleza antes de que se marchara dejando solo a su hijo. 

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