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Justamente cuando Daniel estaba por patear a Jihyo este cayó al suelo.

-¡El único que va a morir eres tú! - Sana llegó derribando al coreano para colocarse sobre de él y comenzar a golpearlo.

Estaba tan enfurecida por demasiadas cosas, por haber maltratado a Jihyo a lo largo de todo este tiempo, por haberle hecho todas esas marcas que ella se encargó de curar y por haberla golpeado a ella en el supermercado, porque nadie podía golpear a Minatozaki Sana, definitivamente ese hombre se había metido con la mujer equivocada.

Estaba tan cegada por la ira que ni siquiera podía escuchar a Jihyo rogarle en llanto que se detuviera, no podía sentir las manos de la coreana tirando de sus brazos para detener los golpes que ella dejaba en el hombre tendido en el piso, no era conciente de nada hasta que sintió a Jihyo abrazarla por la espalda.

Fue entonces que Sana detuvo todo y miró lo que había hecho, había sangre en sus manos y el esposo de Jihyo apenas podía mantener los ojos abiertos.

Entonces ella tuvo miedo y se alejó de él lo más rápido que pudo mientras miraba la sangre de Daniel en sus manos.

Había tomado la peor decisión para sí misma al hacer justicia con sus propias manos, pero había salvado la vida de Jihyo, fue lo más rápido que pudo hacer, sin embargo había comenzado a temblar al mirar al agonizante hombre en el piso, no podía dejarlo así, si él moría Sana estaría en graves problemas, después de todo él no había golpeado a Jihyo aún o había dejado marcas que demostraran que la había maltratado, solamente Sana había entrado a su casa para lastimarlo.

-No te acerques a mi esposa o levantaré cargos contra tí por haberme hecho esto- Daniel se atrevió a amenazar a Sana aún sin levantarse del piso.

Y Sana solamente tragó en seco, todo lo que hizo venía a su mente como flashazos.

Ella estaba en el suelo del supermercado, Nayeon la levantó y entonces ella salió a toda prisa llevándose el auto de Nayeon para ir con dirección a la casa de Jihyo, todo había pasado tan rápido y eso la asustaba demasiado.

-Si haces algo yo levantaré cargos contra tí por violencia doméstica contra Jihyo– Sana se defendió– Tengo las pruebas suficientes.

Y dicho esto salió de aquella casa llevándose a Jihyo de la mano, parecía que Daniel no iba a morir, así que todo estaba bien para Sana, no había necesidad de quedarse por lo que intentó irse con Jihyo lo más rápido que pudo antes de que el coreano pudiera levantarse.

-Espera, ¿A donde vamos?— Jihyo preguntó sujetando su vientre.

-Te llevaré a mi casa, no puedes quedarte aquí con él― Sana respondió notando una expresión extraña en el rostro de Jihyo– ¿Qué pasa? ¿No quieres ir conmigo?— Preguntó preocupada.

-No es eso, sentí un dolor en el vientre― Jihyo informó sujetándose el abdomen con ambos brazos.

Y Sana temió por aquello.

-Mi amiga es ginecóloga, podemos ir para que ella te revise.

-¿Dónde está ella? En serio me duele mucho― Jihyo respondió sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos.

–Mierda, la dejé en el supermercado - Sana recordó -Vamos por ella y después a su consultorio, no está muy lejos de aquí.

Sana tomó nuevamente la mano de Jihyo y la ayudó a entrar al auto de Nayeon para ir con dirección al supermercado.

Por momentos Sana miraba el rostro de Jihyo notando como esta fruncía en ceño a causa del dolor, le preocupaba que algo pudiera pasarle al bebé de jihyo.

Estéril ☯ SAHYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora