La barra se encontraba vacía, completamente vacía, podríamos haber escogido entre las diez butacas de allí, pero optamos por las del medio que eran las que normalmente siempre quedaban libres. Fue un incordio pasar entre toda la gente bailando como si estuvieran en celo, pero lo hicimos con éxito.
"¿Qué van a tomar?" Zack apareció por detrás de la barra.
"Lo de siempre" Contesté yo con un tono algo más elevado para que pudiese oírme.
"Lo mismo que él" Dijo Felix.
Estaba agradecido de que no hubiese nadie allí para apreciar lo bien que se veía, todas las facciones de su rostro y su perfecta anatomía. Luego de unos minutos nuestros vasos plásticos llenos hasta el tope de vodka con naranja fueron puestos delante nuestro. Le di un largo trago y me volteé hacia él, quién se encontraba dejando el vaso nuevamente en el lugar.
"¿Qué te gusta de venir aquí?" Pregunté.
Era la cuarta vez que veníamos aquí, bien, yo venía antes para buscar algo de sexo simplemente, pero no sé que era lo que le atraía de este lugar.
"No me da miedo estar aquí" Contestó.
Bien, era algo obvio, no se porqué no se me había ocurrido pensar en aquello antes.
Volví mi vista hacia el frente y la fijé en la nada, no sabía qué responder a aquello, así que opté por callarme y darle otro trago a mi bebida.
"¿Bailas?" Oí que preguntaba alguien a mi lado.
Oh por Dios, no de nuevo. ¿Por qué demonios siempre atacan a Felix?
Joder.
Me giré nuevamente y arqueé las cejas ante la escena. El hombre aparentaba tener unos treinta años debido a su barba candado de unos días y sus facciones bien marcadas, su cabello era castaño y no pude diferenciar el color de sus ojos con la poca luz que había allí. Lo más molesto era que estaba rodeando la cintura de Felix con sus brazos y lo único que él podía hacer era mantenerse tenso ante la situación, su cuerpo emanaba incomodidad, pero optó por no separarse de él.
Aclaré mi garganta y se volteó hacia mí con una expresión algo divertida en su rostro.
"¿Quieres que baile contigo?" Interrogó.
Oh sí, claro.
"Suéltalo." Puse mi mejor tono para intimidar, pero lo único que logré fue que él riera.
"¿Es tu novio?" Parecía aún más divertido ante la situación.
No sé lo que somos, idiota. Pero no tienes derecho a tocarlo, joder.
"Que lo sueltes." Repetí mientras me inclinaba hacia el rostro del tipo.
"Si baila conmigo." Dijo.
"Oh, claro que bailara contigo." Contesté con algo de ironía. "En tus sueños."
No sé de dónde salió eso, pero le propiné un golpe en el rostro sin ni siquiera haber pensado en aquello antes. Debíamos salir de allí ahora, joder, traer aquí a Felix significaba meterme en problemas. El tipo se tambaleó y aproveché para dejar dinero en la barra pagando las bebidas.
Tomé a Felix de la mano y nos arrastré fuera de allí antes de que el dueño se diera cuenta y se enfadara conmigo por ser la tercera vez.
Cuando salimos sentí como Felix me empujaba hacia delante, golpeé contra la puerta de mi Jeep, me giré anonadado ante la situación y luego de eso solo pude sentir sus labios contra los míos en un beso desesperado y rápido.
"Joder." Susurró sobre mi boca. "Es jodidamente sexy cuando te pones así."
¿En serio había dicho eso? Ya no hay vuelta atrás, Felix.
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quarterbacks | hyunlix
RomanceHwang Hyunjin y Lee felix, ambos mariscales de campo de equipos y universidades totalmente rivales. Solo jugaban como un pasatiempo, pero eso era suficiente para que en los torneos de football americano que eran situados en la ciudad de Seúl todos l...