𖠇 17

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Extrañaba los entrenamientos hasta el momento en el que me transformaron en una canilla viviente. Ya era martes, el segundo día y no quería aparecer por allí para volver a sufrir por la noche debido al dolor de músculos, una semana con el cuerpo frío y ya me había desacostumbrado por completo.

Aunque por el hecho de que fuera martes si quería ir al entrenamiento, ya que Felix estaría allí también, así que eso me motivaba para no mandar todo al diablo e irme a mi casa a ver alguna maratón de Dr. House o CSI New York.

Como era de esperarse, media hora antes ya me encontraba sentado en el campo que ahora se encontraba completamente seco, al igual que el día anterior. ¿Cómo es posible que después de una semana completa de lluvias se seque como si nada?

No le había hablado a Seungmin sobre lo que había sucedido con Felix, pero seguramente iba a terminar soltándolo por mi mismo, o iba a notarme algo más feliz de lo normal.

Bah, no lo sé, Seungmin es un poco extraño en ese sentido y hasta logra asustarme a veces cuando saca conclusiones sobre cosas que no le he dicho y son correctas. Pero es mi amigo, y no lo dejaría simplemente porque es un puto adivino algo extraño.

Quería con todas mis fuerzas que el fin de semana llegara al fin para poder estar con Felix sin ser interrumpido por el trabajo o porque debía irse de mi casa ya que al otro día teníamos que ir a la universidad y ese tipo de cosas.

Quería estar cada segundo de mi día con él y eso me resultaba bastante extraño y dependiente de mi parte, no es como que eso de no separarme de él fuese a suceder alguna vez, porque teníamos responsabilidades diferentes.

Bueno, a decir verdad no tanto.

"¿Qué tienes con llegar temprano, amigo?" Jake se frenó delante de mí.

Cargaba la mochila por sobre sus hombros y llevaba la ropa casual para la universidad, se veía bastante atractivo en ella, con unos jeans bastante holgados y una remera suelta sobre estos.

Pero nunca me resultaría tan atractivo como Felix, ugh. ¿Qué sucede conmigo?

"No tengo nada que hacer." Me encogí de hombros mirándolo desde abajo.

"¿No te aburres?" Comenzó a caminar lentamente hacia los cambiadores, en los que o aún no había nadie, o no los había visto llegar.

"A decir verdad, no." Negué con la cabeza y Jake desapareció por la puerta de los vestidores con una sonrisa divertida en su rostro.

Felix me había mandado un mensaje antes de entrar a la universidad diciendo que quería irse conmigo luego del entrenamiento y no podía estar más feliz con aquello, a pesar de que a las cuatro de la tarde tendría que irme a trabajar a la preciada disquería en la que seguramente me pasaría el 93% del tiempo acomodando los CDs en orden alfabético.

No vi en qué momento todos habían llegado al lugar y se habían sentado a mi lado, simplemente me limité a jugar con el césped arrancandolo de su lugar para luego esparcirlo nuevamente allí.

La presencia de todos a mí alrededor me abrumaba un poco, quería estar en silencio y ellos simplemente se disponían a hablar logrando que sus voces se calaran por mis oídos y allí se quedaran presentes mientras seguían sus extensas conversaciones. Pero no era su culpa, y no era mi derecho decirles algo por eso.

"Es más divertido contar las nubes." Las ganas de no oír nada se esfumaron al oír su voz.

Hace algún tiempo atrás hubiese querido arrancarme los tímpanos y todas esas cosas que teníamos dentro del oído al oírle hablar.

"Vale, lo tendré en cuenta."

Se había sentado en mi costado derecho y le dirigí una mirada sin dejar de arrancar el césped con mis dedos. Su pelo estaba demasiado alborotado y se veía demasiado sexy... oh joder, y no puedo besarlo aquí.

quarterbacks | hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora