"¿Te han hecho algo ayer?" Pregunté cuando nos encontrábamos saliendo de los cambiadores, refiriéndome a si le habían hecho algo en el entrenamiento que tenían solos.
Hoy mismo nos habían anunciado que el sábado tendríamos que jugar en contra nuevamente. Podrían haberlo hecho con algo más de tiempo.
"Verbalmente, ya sabes." Respondió y frené el paso en medio del campo, él se detuvo y me miró algo confundido. "¿Qué sucede?"
"¿Cómo te sientes?"
Sabía que eso le dolía y como consecuencia, me dolía a mí. Pero tenía que preguntarle igual.
"Sabía que iba a suceder, Jinnie." Se encogió de hombros.
Me acerqué hacia él y lo tomé por la cintura pegando su cuerpo al mío, bajé mi cabeza un poco para poder unir nuestras frentes y cerré los ojos ante eso.
Suspiré y dejé un corto beso sobre sus labios.
"Los detesto, juro que los detesto." Dije.
"No, mira si terminas cambiándome por uno de ellos, a mí también me detestabas." Rió.
¿Cómo es que pude detestarlo? Esos días parecían tan lejanos...
"Nunca te cambiaré, lo sabes."
"Lo sé." Contestó y pude sentir la sonrisa en sus labios, a pesar de no poder verlo.
Tomó mis labios entre los suyos comenzando un lento beso allí en medio del campo de mi universidad pero daba igual, los demás tendrían que acostumbrarse porque esto pasaría muy seguido.
"¿Es posible ser adicto a ti?" Pregunté.
No podía separarme de él, ya no.
Joder, hasta podía imaginarnos con hijos y mascotas correteando a nuestro alrededor. Parezco una adolescente.
"Lo mismo me pregunto." Simplemente respondió.
"Demasiado tengo con verlos ¿Van a follar aquí?" Jackson.
Maldecí en todos los idiomas existentes, del derecho y del revés. Me giré rápidamente dejando a Felix detrás de mí y lo fulminé con la mirada.
Estaba acompañado por los otros dos, pero nunca atacaban solos los muy cobardes.
"¿Qué quieren?" Gruñí.
Por favor, ¿Qué necesidad hay?
Una vez, lo acepto, vale, dos también, pero ¿Tantas? Joder, me estaban tocando los cojones y me la pagarían caro si seguían molestando a Felic, porque a mi me daba completamente igual, pero a Felix no y tal vez siempre le molestarían esa clase de comentarios.
Mi novio dió un paso adelante y se situó a mi lado.
"¿Es que no pueden ser normales y comer coños? Joder, las pollas son para las mujeres." Contestó Eunwoo.
"Eso no responde su pregunta." Se atrevió a decir Felix.
"El otro marica ha hablado." Exclamó Wooyoung.
"Cállate, joder, no te metas con él." Mi voz salió más ronca de lo normal.
"¿Es que te duele?" Preguntó.
Le duele a él, imbécil.
"Ya he experimentado muchos momentos así y créeme, la experiencia puede ser muy cruel pero aprendes, joder, si que aprendes."
El odio que tenía hacia ellos se notaba a millas de distancia en el tono de mi voz.
"Con que él es tu debilidad." Susurró Jackson mirando a Felix. "Vale, te has expuesto, Hwang."
ESTÁS LEYENDO
quarterbacks | hyunlix
RomanceHwang Hyunjin y Lee felix, ambos mariscales de campo de equipos y universidades totalmente rivales. Solo jugaban como un pasatiempo, pero eso era suficiente para que en los torneos de football americano que eran situados en la ciudad de Seúl todos l...