Capítulo 7

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En una mansión en la ciudad de Inazuma, una melodía de piano inundaba toda la vivienda solitaria. Mayordomos y criadas caminaban con la mirada seria, mientras pasaban por delate de una puerta algo medio abierta, de donde provenía aquella melancólica melodía. En la habitación yacía cierto chico cabellos grisáceos tocando el piano. La melodía era una llena de tristeza y arrepentimiento. 

Riccardo Di Rigo recordó aquel partido amistoso contra su antiguo equipo, el Raimon. Este recuerdo hizo que perdiera la concentración, equivocándose de manera abrupta. Por algún motivo desde aquel partido no ha parado de pensar en las palabras de Arion.

Riccardo: Esto... ¿No es fútbol? —De repente alguien llamo a la puerta, entrando uno de los mayordomos de la familia Di Rigo.— ¿Sí?

Mayordomo: El señorito Gabriel a llegado de visita. —Esto le sorprendió bastante a Riccardo, hacia meses que no veía a su viejo amigo.— ¿Le dejamos entrar?

Riccardo: Sí... —El mayordomo asintió, dando una reverencia antes de marchar. Riccardo comenzó a tocar el piano hasta que su puerta volvió a abrirse, siendo Gabriel García, exdefensa del Raimon. 

Gabi:

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Gabi: ... —Los dos antiguos amigos se miraron a los ojos, hacia demasiado tiempo que no se encontraban.— Cuanto tiempo ¿eh? —El chico de pelo grisáceo asintió.— Estuve en el partido que hiciste contra el nuevo Raimon...

Riccardo: ¿Y? —Riccardo apartó la mirada, no se atrevía a mirarlo.

Gabi: ¿Qué te parece el nuevo equipo? —El silencio inundo la habitación, Riccardo no expulsó ni una sola palabra ante esa pregunta.— Eh oído rumores de que el nuevo entrenador es el legendario portero Mark Evans. —Una pequeña reacción en su antiguo capitán fue el único indició de interés.

Riccardo: ¿En serio? Igualmente dudo mucho que el gran emperador lo deje en ese puesto mucho tiempo. —La tensión entre los dos examigos era demasiado grande, prácticamente se podía cortar con un cuchillo.— ¿A que has venido, Gabriel? 

Gabi: ¿No crees que te pasaste con ese chico? —El silencio se generó por varios segundos, hasta que Riccardo se levantó del asiento del piano, dando un pequeño golpe. 

Riccardo: ¡No! Ese chico va a hacer que cierren el club de fútbol del Raimon con sus ofensas hacia el Sector Quinto. —Gabi apretó sus puños con fuerza, estando reamente enfadado de la actitud de Riccardo.

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