Todos conocemos la historia de Inazuma Eleven Ares y Orion, siendo una linea del tiempo provocada por la piedra Alius al no haber caído nunca, pero.... que pasaría si en vez de que la historia se llevase a cabo en el tiempo de Mark, se llevase a cab...
(Este capítulo ha sido reescrito en varios puntos, cambiando los nombres Japoneses de los jugadores de Inazuma Eleven Ares a sus nombres oficiales en Europa y América. Los nombres de las supertécnicas has sido cambiadas de su nombre Inglés al Japonés)
La ciudad Inazuma, una localidad ubicada en Japón. Dicha ciudad es famosa por tener el Instituto legendario donde la mayoría de jugadores del Inazuma Japón se entrenaron, el Instituto Raimon. Un poco más lejos del Instituto se encontraba los apartamentos Windsor, unos apartamentos donde varias personas vivían, entre ellos un joven de 16 años de pelo castaño y ojos azules, su nombre era Arion Sherwind.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Arion: ¡Buenos días Spotter!—El estudiante se acercó a una caseta de perro que estaba enfrente de los apartamentos. Tras unos segundos, un perro de notable avanzada edad salió de la caseta y se acercó a su cuidador. Arion acarició a su querida mascota. El cuerpo de Arion se giró un poco, permitiendo ver a Spotter el logo oficial del Instituto Raimon.—¿A que me queda bien?—Un ladrido señaló a Arion la aceptación de su nuevo atuendo.—¡A partir de hoy podré jugar muchísimo al fútbol! —Spotter saltó encima de su amo, empezando a jugar con el sacando una sonrisa en Arion.—Tú también estás contento ¿eh?—Spotter se separó de su mejor amigo y dio un bostezo, volviendo a entrar en su caseta. El perro ya era bastante mayor, por lo que su energía estaba flaqueando. El chico acarició la cabeza de su perro, levantándose del suelo y saliendo del recinto de los apartamentos, encontrándose a una mujer de cabello verde oscura, al igual que sus ojos. Esta era nada más y nada menos que la tía de Arion, Silvia Woods.— Me voy, tía Silvia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Silvia: Hasta luego. —El cariño en la voz de Silvia hacía su sobrino era uno notorio. El joven era, junto a Bobine Apples, eran los únicos familiares cercanos que tenía en la ciudad Inazuma.—¡Mucha suerte!
Arion: ¡Gracias, tía Silvia! —El viento agitaba el cabello de Arion mientras corría por las carreteras de la ciudad en dirección hacia el Instituto Raimon. Durante su camino llegó a la Rivera del Río, donde jóvenes niños entrenaban al fútbol para poder convertirse en futuros profesionales.