My Love (Mahür)

XIV

Al día siguiente.

Mahidevran se despertó primero que la pelirroja. Se levantó de la cama, agarró su camisón y se lo puso. Salió de los aposentos y fue hasta la cocina para decirles a las criadas que preparen el desayuno. Volvió a la habitación y vio que Hürrem ya se había despertado.

-Mi amor... que sorpresa, te despertaste primero que yo- dijo Hürrem y sonrió.

-¿Eso te sorprende?- preguntó la castaña acercándose a ella.

-Sí, eres muy dormilona, y me sorprende que te hayas levantado primero- dijo.

Mahidevran sonrió -Ya pedí el desayuno. Cámbiate, no vayan a abrir la puerta de golpe y te vean así- dijo y le dio un beso.

-¿Tienes miedo de que me vean desnuda?- dijo y la miró fijamente.

-Sí, no quiero que vean lo que es mío, así que cámbiate- dijo y se levantó de la cama.

-Lo que usted diga, mi sultana- dijo Hürrem y se levantó para cambiarse.

Mientras que Hürrem se ponía su vestido, Mahidevran no podía quitarle la mirada de encima. Se mordía el labio inferior mientras la miraba de arriba abajo. Hürrem se dio cuenta y rió.

-Mi amor... ¿te quedaste con ganas?- le preguntó.

-No, solo que... Me encanta admirar tu cuerpo...- dijo.

Hürrem se acercó a ella y la besó, tocaron la puerta y se separaron. La pelirroja dio el pase y las criadas entraron, dejaron el desayuno y se fueron. Se sentaron y desayunaron.

Luego, salieron a dar un paseo por el jardín de la casa (sí, tiene jardín ahre). Después volvieron adentro, se alistaron bien y salieron para ver si ya había llegado Sümbül. Él ya estaba afuera con el carruaje preparado, subieron y volvieron al palacio.

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Al llegar, bajaron del carruaje y caminaron unos pasos. Hürrem la miró.

-Mahidevran, más tarde tendré un almuerzo con Suleimán y los niños- dijo.

-Está bien, yo seguramente almorzaré con Mustafa en los aposentos de la madre sultana- dijo.

Hürrem le quitó un mechón de pelo y lo puso detrás de su oreja, acarició su mejilla delicadamente.

-Bueno... nos vemos después, te amo- dijo eso último en un susurro.

-Yo también te amo- dijo la castaña y la pelirroja se fue.

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Hürrem llegó a sus aposentos, se cambió de ropa, le dijo a Nilüfer que vistiera a los niños y se sentó en el diván a esperar a Suleimán.

Pasaron algunos minutos, Sümbül entró a los aposentos e hizo reverencia a Hürrem.

-Sultana-.

-¿Qué sucede Sümbül?- preguntó.

-Su majestad me mandó a decir que el almuerzo que tenía con usted hoy se pospone, tuvo que salir rápido por unas cosas del imperio- dijo.

Hürrem soltó un suspiro -Para eso me hace despedirme de Mahidevran-.

-Sultana, la sultana Mahidevran todavía no fue a los aposentos de la madre, y ella no sabe que va a ir. ¿Quiere que le diga que venga?-.

-Sí, y que traiga a Mustafa- dijo y Sümbül se fue.

Llegó a los aposentos de la castaña, entró e hizo reverencia.

-Sultana-.

-Sümbül... ¿qué se te ofrece?- preguntó.