JungKook, un omega apasionado por la lucha y el combate, se enfrenta a un dilema. Aunque su corazón anhela seguir su pasión y convertirse en un guerrero, su deber como omega es casarse con un alfa y continuar la línea de su familia. Sin embargo, cua...
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Pongan la canción en la parte épica del capítulo 😋 (ni tan épica, pero la canción le da emoción 👺)
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La mañana comenzó de manera relativamente normal para JungKook. Al despertar, notó que el silencio reinaba en la casa, lo que indicaba que todos los demás seguían dormidos. Agradeció la tranquilidad y se dedicó a asearse un poco y a cambiarse de ropa antes de salir a realizar su tarea diaria de recolectar agua del río.
Antes de partir, tomó un poco de fruta para calmar su hambre matutina y se aseguró de llevar varias cubetas vacías para transportar el agua. Con determinación en su mirada, salió de casa, cerrando la puerta tras de sí.
El sol comenzaba a asomarse en el horizonte, tiñendo el paisaje con tonos cálidos y prometedores. Caminó con paso seguro hacia el río, disfrutando de la tranquilidad que lo rodeaba. El sonido suave del agua corriendo y los pájaros cantando creaban una melodía reconfortante para su alma.
Al llegar al río, se arrodilló en la orilla y se dedicó a sumergir las cubetas vacías en el agua cristalina. Con cuidado, las llenó y las aseguró para evitar cualquier derrame. El contacto con el agua fresca y pura le proporcionaba una sensación revitalizante, renovando su espíritu cansado.
JungKook encontró una roca cerca del río y decidió tomar un momento para disfrutar de su pequeño refrigerio. Se sentó en ella, sintiendo la dureza de la roca bajo su cuerpo y la fresca brisa del bosque acariciar su rostro.
Con cuidado, abrió la bolsa que contenía las frutas y eligió una jugosa manzana. El aroma dulce llenó el aire mientras daba un mordisco, saboreando su frescura y dulzura. Cada bocado era una pequeña pausa en medio de su día, una oportunidad para disfrutar de los simples placeres que la naturaleza le brindaba.
Mientras masticaba la fruta, sus ojos se perdieron en la belleza que lo rodeaba. El bosque se extendía en su esplendor, con árboles majestuosos que alcanzaban el cielo y una variedad de plantas y flores que adornaban el suelo. El sonido del río corriendo se mezclaba con el canto de los pájaros, creando una sinfonía natural que llenaba sus oídos.
En ese momento, el tiempo parecía detenerse. Las preocupaciones y los problemas se desvanecían, dejando espacio para la paz y la serenidad. JungKook se permitió sumergirse en ese oasis de tranquilidad, dejando que el entorno natural lo envolviera y le brindara un respiro de la realidad.
