La Magia Oculta De Auradon | Descendientes

Capítulo 1: Nuevo hogar

Mal

Llevaba una semana desde la coronación de Ben como rey de Auradon. Durante este tiempo, nuestra vida en el reino encantado de Auradon estaba comenzando a mejorar, aunque aún había personas que desconfiaban de nosotros, los hijos de los villanos.

Desde el balcón del castillo, podía ver a lo lejos la Isla de los Perdidos. Se divisaba desde la distancia, donde mi madre gobernaba con su aire petulante y malvado, ahora encerrada en una cúpula de cristal transformada en un pequeño lagarto.

Suspiré mirando a la Isla; era parte de mí, y aunque estaba cautivada por su mágica belleza, Maléfica seguía siendo mi madre y la Isla mi hogar.

Sentí unas manos tocando mi torso que se deslizaron hacia mi cintura, y una suave voz susurró a mi oído.

— ¿En qué estás pensando? — dijo Ben. Me volví para mirarlo; tenía una sonrisa radiante dibujada en su rostro, esa sonrisa que derretía mi corazón.

— En nada importante, la Isla y mi madre — confesé con simpleza y le dediqué una sonrisa — ¿Tus padres llegaron?

Él negó con la cabeza.

— Probablemente lleguen esta noche o mañana — contestó Ben.

— Se fueron demasiado pronto — dije apoyándome en su pecho.

— Después de veinte años gobernando Auradon, lo que más anhelaban era tener su luna de miel — respondió Ben acariciando mi brazo y mirando hacia el horizonte.

— Tienes razón, aunque me gustaría verlos — confesé.

— Ellos también quieren verte — me dijo con una sonrisa.

Aquellas palabras me tranquilizaron. Sonreí ante la idea, desde la coronación su impresión sobre mí ha mejorado y aprobaban nuestra relación.

El tomó mi mano y la beso suavemente.

— Mal, ¿te gustaría entrar? — pregunto Ben extendiendo su mano hacia mí y yo asentí — Necesito hablarte sobre algo.

— Vamos, Ben — conteste con una sonrisa tomando su mano.

Ingresamos hacia el interior del castillo, caminando a través de los pasillos hasta llegar a la sala de estar.

Una vez adentro, Ben me miró fijamente a los ojos titubeante, como si fuera a decirme algo.

— Mal, ¿te gustaría acompañarme al baile que se celebrará dentro de unos días? Será en el palacio — me preguntó Ben.

Mi corazón se aceleró y una mezcla de emociones invadió mi mente. Había gente que nos aceptaba, otros no. Algunos aún tenían el deseo de vernos en la Isla de los Perdidos ¿Será una buena idea ir a aquel baile?

— ¿Qué dices? — preguntó Ben sacándome de mis pensamientos.

— ¿Crees que sea buena idea que vaya a un baile? — cuestione a Ben mirándolo a los ojos — Sabes cuál es la opinión de ciertas personas sobre mí, algunos no querrán verme en el baile.

Ben acarició levemente mi mejilla y cerré mis ojos.

— Mal, eres mi novia, mi futura dama de la corte y mi futura reina — me miró a los ojos y no pude evitar sentirme segura entre aquellos ojos castaños — .La realeza deberá conocer y aceptar aquella mujer que me hace feliz cada día de mi vida — Tenía algunas dudas —  .Mal, todo va a estar bien, aunque no puedo presionarte. Si no quieres ir, está bien — me dedicó una sonrisa.