Capítulo 9: Un par de revelaciones

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Registramos cada centímetro del páramo mientras atendíamos a las criaturas asustadas; si en algo todos coincidían, nadie sabía quién había perpetrado la masacre.

- El rey Henry iba a comenzar una guerra cuando tu madre era muy joven y enfermó al enfrentarla - comentó Lily, anotando algo en su libreta.

Mi madre jamás había hablado mucho acerca de su pasado, más allá de la historia que todos conocen: 'El hada malvada que embrujó a una pobre niña'.

- ¿El padre de la reina Leah? - pregunté, haciendo una mueca. Primero su padre había sufrido a manos de mi madre y luego su hija; ahora entendía su creciente rencor hacia mí.

- Sí - respondió Lily -, luego de saberse enfermo, pidió una recompensa a quién consiguiera matarla. Un día alguien trajo consigo sus alas en señal de que había cumplido su mandato. No obstante, la hada seguía viva, pero sin sus alas fuertes y grandes porque le habían sido arrebatadas.

- Y jamás volvieron con ella - comenté - .Mi madre siguió siendo un hada muy poderosa, pero sin sus alas, su aparente apoyo.

Ella me miró y asintió. Pero su mirada se perdió como si hubiera una pedazo de la historia faltante. En aquel momento, recordé aquellas palabras que Lily pronunció cuando nos conocimos "La belleza de un hada queda esparcida en su encanto" y " No temas, joven hada". 

No me había percatado que Lily se había dirigido a mí como "hada", ahora estaba comenzando a entender el porqué. 

- Así que, ¿soy un hada? - pregunté tímidamente, la respuesta parecía obvia.

Lily me dedicó una sonrisa y asintió, pero miro algo en la copa de los árboles y simplemente suspiro. Fue extraño. 

Ella me miro como si quisiera seguir contándome sobre la historia, estaba evitando el tema que yo había tocado. Así que me puse en disposición de escucha y la mire.   

- Aunque no lo creas, muchos anhelaron el poder del Páramo. Tu madre lo protegía de aquellos que lo codiciaban, pero deseaban destruirla para obtener ese poder - reveló Lily, mirando a través del páramo -. Pero el poder en manos de un ambicioso siempre será la ruina de sus cercanos.

Su rostro se torno un poco más sombrío, de pronto, sentí que estaba hablando de ese alguien, de aquel que un día robó sus alas, aquel que probablemente siguió atormentándola manifestando sobre mi madre todo su odio.

Una idea disparatada se me ocurrió.

- ¿La reina Leah? Ella es a quién te refieres con las alas y lo del poder y la ambición, ¿no? - pregunté, tendría sentido. Tal vez mi madre hechizo a la bebé Aurora, vengándose de la mujer que le arrebató lo más importante para ella.

- No, la reina Leah es una mujer rencorosa, pero no ambiciosa - respondió con simpleza -. Hay muchas personas involucradas en esta historia, incluso aquella que no pensarías que estuvieron implicadas.

- Nunca creí que hubiera tantas cosas detrás de la historia de mi madre - aventuré -. Nunca las escuché ni de ella misma.

- Nunca las escucharás de ella ni de nadie, la historia del hada malvada perdurará siempre - reveló Lily, en un tono de desilusión, sacudió levemente su cabeza y miro su libreta -. Al parecer solo hay siete heridos y ningún muerto, son espléndidas noticias.

Sonreí la noticia y mire su libreta, de pronto mire su rostro y una pregunta comenzó a inquietarme.

- Lily - la llamé y ella me miró atentamente -, ¿cómo es que sabes tanto sobre el pasado de mi madre? Dudo qué hayas vivido algo de eso junto a ella.

La Magia Oculta De Auradon | DescendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora