Capítulo 2

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Helmut veía por la ventana de su habitación, que daba al un patio interno de la casa donde se encontraba prisionero. 

Desde hacía tres días que se encontraba allí. Descubrió que sus secuestradores lo sacaron de Reino Unido y lo habían llevado hasta algún pueblo perdido de Rumania. 

Era prisionero del jefe de la mafia rumana. Le decían Bucky, un hombre que era respetado y temido por igual. 

El joven habló con su padre, cuando lo llamaron para que lo convenciera de pagar la elevada suma por su libertad. 

Sin embargo, el Barón del Principado de Sokovia, se negó en rotundo a pagar esa cantidad. Bucky molestó, lo amenazó con enviarle a su hijo en piezas y colgó.

Helmut no podía creer que su padre ni siquiera se esforzó por negociar su liberación. Comprendía que era una elevada suma de dinero y más en efectivo. 

Aún así, esperaba que le pagara por partes o con otra cosa. 

El noble sokoviano vivía recluido en esa habitación, tenía baño propio. Le llevaban tres veces al día, la comida y por la noches era visitado por el mafioso rumano. 

La presencia del hombre de 40 años lo intimidaba, pero le gustaba verlo. Era atractivo, poseía una barba de varios días, que estaba salpicada por canas. 

Se estremecía cuando sus ojos grises se posaban sobre él. 

Al menos ya volvía a tener ropa puesta. 

- Tu padre no pagará.- Bucky se sentó a su lado en la cama, el tono de su voz era áspero.

Helmut asintió apenado. 

- No seguiré suplicándole a ese cabron. Pierdo dinero cada día que te tengo aquí. 

El sokoviano se sobresaltó. ¿Lo mataría? 

- No me mates, por favor. Tengo algo de dinero en mi cuenta, sí me das oportunidad puedo...- suplicó con lágrimas en los ojos. 

Bucky colocó su mano sobre la rodilla del joven, que tembló ante el contacto. 

- Te dije que sí tu padre no pagaba me quedaría contigo y eso pienso hacer.- lo besó bruscamente. 

Sus labios se apoderaron de su boca con violencia. Helmut respondió con timidez al beso, gemía ante la brusquedad del rumano. 

Sintió como el mafioso colocaba su mano en su cuello y apretaba con suavidad. Este se alejó de su boca. 

- Saldrás por esa puerta mañana en la mañana. Podrás ir a dónde quieras mientras te mantengas dentro de estás paredes. Sí escapas, te encontraré y te vendere como a una puta a los rusos. ¿Entiendes? 

Bucky apretó más fuerte. El joven se quedaba sin aire y su cara se enrojecia. Quería que se detuviera, pronto su miembro se puso erecto como un mástil. 

- No olvides esto: Eres mío, Helmut.- lo soltó, haciendo que tosiera. 

Bucky se levantó de la cama, con violencia lo sujetó del brazo derecho y lo tiró contra las almohadas. Le quitó la ropa, dejándolo como vino al mundo. 

Cuando Helmut quiso detenerlo, lo abofeteo con fuerza haciendo que cayera boca abajo sobre la cama. 

- Me pagarás tu estancia aquí.- el mafioso se bajó los pantalones y acomodó las caderas del joven.  

Esa noche conoció realmente al jefe de la mafia rumana. 

Entre Tus Brazos (Winterbaron)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora