Para Natsuki fue una grata sorpresa hallar a Nozomi en la estación del metro, aguardando la ruta que las llevaría a la universidad en su primer día. En principio dudó que se tratase de ella, ya que llevaba su negra cabellera suelta y no atada en una coleta como acostumbraba. Sin embargo, cuando hicieron contacto visual, Nozomi ondeó su mano en señal de saludo, al tiempo que la llamaba con voz fuerte.
—Así que decidiste dejarte el cabello suelto, ¿eh? —comentó Natsuki al acercarse a su amiga, quien asintió.
—Quise dejar atrás a mi yo del pasado y supuse que cambiar de apariencia sería un buen inicio.
—Tu yo del pasado, ¿eh?
Una sonrisa nostálgica se dibujó en el rostro de Natsuki, mientras los recuerdos de los seis años anteriores venían a su mente. Desde el principio, admiró la amabilidad y liderazgo que Nozomi tenía, y que demostró cuando fue presidenta de la banda sinfónica de la secundaria Minami, en especial por cómo logró subir los ánimos tras aquella derrota sufrida en la competencia de Kansai. Esa admiración fue la que llevó a Natsuki a unirse a la banda de Kitauji al siguiente año, aprendiendo a tocar el bombardino durante su estadía en esa escuela.
—Cometí muchos errores —dijo Nozomi con suavidad mientras el metro arribaba a la estación—. Aprendí mucho de ellos y esas enseñanzas siempre las recordaré, pero no quiero que ellos sean los que me definan, ni que me atormente la idea de cómo habrían sido las cosas de no haberlos cometido.
—Ya veo...
Mientras Natsuki abordaba el vagón del metro, Nozomi se tomó el tiempo de observarla. En principio seguía viéndose igual que siempre, con su cabello castaño atado en una coleta y su expresión desinteresada. Pero ya no llevaba el uniforme de Kitauji, sino una ropa más casual.
—Sigo sin asimilar que hayas dejado el bombardino de lado —comentó ubicándose junto a su amiga en el vagón.
—Te dije antes que siento que ya di todo lo que tenía para dar con él en Kitauji, ¿no? —Nozomi asintió—. Además, esta es mi forma de dejar atrás a mi yo del pasado.
Ambas sonrieron ante estas palabras. Aunque Natsuki no fuese de aquellas personas que pensaran que son diferentes de un día para otro, sí sabía que aquel era el primer día de una nueva etapa, con sus propios retos y con personas por conocer.
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No me dejes en paz, sé mi paz
FanfictionNatsuki y Yuuko han tenido una relación de perros y gatos, algo a lo que se acostumbraron con el paso de los años y ambas disfrutan. Al entrar en la universidad, creyeron que, al estar en diferentes carreras y actividades, su tiempo juntas se reduci...