IV

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Yeonjun bajó el libro que sostenía con sus manos hasta la altura de su mejilla, dejando sólo ver sus ojos, y sus cejas subiendo y bajando

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Yeonjun bajó el libro que sostenía con sus manos hasta la altura de su mejilla, dejando sólo ver sus ojos, y sus cejas subiendo y bajando.

Beomgyu vió en su dirección, y rió por el gesto del pelinegro.

A decir verdad, la única razón por la que estaba haciendo eso, era por Yeonjun .

El mismo estaba a unas mesas frente a él dándole ánimos, y vigilando en caso de que algo llegara a pasar.

Gyu estaba nervioso, nunca le había gustado eso de tener citas, claro, a excepción de Choi Yeonjun.

La campana que se encontraba encima de la puerta sonó, dando a entender que había un nuevo cliente.

La mirada de Beomgyu pasó hasta el alto pelinegro que recién había entrado, cautivándose con su belleza, llevándolo a parpadear varias veces seguidas.

Devolvió su atención hasta la mesa donde estaba Yeonjun, y lo vió sonreír levantándole los dos pulgares, en señal de ánimos.

El alto sonrió cuando vió a Beomgyu , dirigiéndose a su mesa, y sentándose frente a él.

Yeonjun puso más atención, y el menor comenzó a entrar en pánico.

—Hey, hola— sonrió, vaya jodida hermosa sonrisa—. Soy Taehyun.

—Beomgyu— se apropió a decir nada más.

—Lo sé, te he visto en la escuela— le dedicó una tímida mirada, mientras jugaba con sus dedos debajo de la mesa.

—Oh— pudo sólo decir con una pequeña sonrisita.

Segundos después, y antes de que todo pudiera caer en un silencio incómodo, una mesera se acercó hasta ellos, para preguntarles por lo que pedirían.

Taehyun pidió un americano, y Beomgyu un mocca.

Realmente el que no cayera en un vacío silencio les duró muy poco.

—Oh, supe que participarás en la presentación anual— comentó el pelinegro.

—Ah, sí— sonrió con simpleza—. Es mí primera vez.

—La mía también, yo igual participaré— los ojos de Gyu conectaron con los de él. A lo lejos Yeonjun sonrió por ello—. Mi profesor de canto quiso que participara este año.

—Seguro lo harás genial.

—Seguro tú también— sonrió, nuevamente.

Beomgyu mordió su labio internamente, conteniéndose.

Sentía la garganta seca nuevamente, su corazón comenzar a latir con más fuerza, su respiración comenzaba a ser más agitada, haciéndosele difícil respirar, y el sudor comenzaba a aparecer.

Sin darse cuenta comenzó a rascarse su brazo derecho, y eso llamó la atención de Yeonjun.

Comenzaba a ver a sus alrededores, en busca de paz, llegando hasta chocar su vista con los ojos preocupados del pelinegro en la mesa del fondo.

Poco a poco sus ojos comenzaban a picar, sintiendo como probablemente en unos minutos estallaría.

No podía estar teniendo un ataque de pánico, no ahora.

—Gyu...— Taehyun llamó su atención, viendo sus ojos preocupados. Y claro, no sé había percatado de su situación ahora—. ¿Estás-?

—L-Lo siento, n-no puedo.

Dicho eso se levantó de la mesa, saliendo del lugar, dejando solo y confundido a Taehyun.

Yeonjun salió automáticamente luego de él, tratando de llegar hasta él lo más rápido posible.

—¡Beomgyu!— gritaba viendo cómo chocaba entre tantas personas.

Beomgyu necesitaba llegar a su casa, esconderse bajo las sábanas.

Era el único lugar donde se sentía seguro, porque guardaba el olor de Yeonjun, y eso era su paz.

Quería llegar, necesitaba llegar, y sabía que detrás de él, venía Yeon.

Él se lo había dicho.

Mientras él le acompañe, nadie podía lastimarle.

Mientras él le acompañe, nadie podía lastimarle

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Talking to the Moon (Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora