XIV

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Del otro lado del escenario, Yeonjun le daba ánimos a Gyu

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Del otro lado del escenario, Yeonjun le daba ánimos a Gyu.

El castaño repasaba una y otra vez el baile en su mente, mientras observaba a Yeon levantarle los pulgares con una sonrisa en señal de ánimos.

También hacía caras graciosas para bajar sus nervios.

Gyu rió, como respuesta al cometido de Yeonjun, sintiendo sus nervios ya bajar por sus manos, desapareciendo poco a poco.

Yeon también estaba muy nervioso, sentía como sus piernas flaqueban un poco, y su corazón latía más rápido.

Pero no debía demostrarlo, para que el otro no se sintiera de la misma forma.

Nuevamente, luego del descanso, las luces se encendieron, iluminando el escenario.

Gyu sintió flaquear, pero ver la sonrisa segura de Yeonjun le ayudó bastante a poder mantener su cordura.

—¿Todos listos?— la voz de un estudiante se escuchó por los parlantes, dando a entender que volvieran a comenzar—. Ahora, reciban a Choi Beomgyu , con su primer solo de baile.

De un lado del escenario, Gyu salió reluciente, con una enorme sonrisa, el público le recibió con muchos aplausos, entre ellos, los aplausos y chiflidos de sus amigos, quienes le daban apoyo. Fue hasta el medio del escenario, donde comenzaría su baile.

Las luces lo enfocaron, pero eso no fue ni lo mínimo a como lucía el castaño esa noche.

Esperó a que todo el público callara sus aplausos, y quedara en un completo silencio, cuando las notas comenzaron a sonar, y la canción dió comienzo al solo de Gyu.

Comenzó de una manera suave, pues la melodía lo era también, llegaba a parecer sensual, pero lo que debía transmitir era lo contario.

Debía enviar el mensaje de una pareja que debía separarse, algo nostálgico, triste representado en Beomgyu completamente.

Por un momento sintió como todo el público desapareció, sintiéndose como en la sala de prácticas, cuando repasaba el baile frente a Yeonjun .

Se dejaba llevar por el sonido, las vibras, y sus pasos sincronizaban con cada toque. Gyu estaba brillando mientras hacía lo que mejor sabía hacer; bailar.

Y de un pronto a otro, en un giro, sintió la mano de Yeon sobre su cintura, uniéndosele en el baile, haciéndolo sentir un poco lleno.

Ya no era un solo, ahora era un dúo.

Se movían juntos. Yeonjun había estado practicando para ese momento, para poder hacer su momento final.

Para poder dar su último adiós.

La música les acompañaba con cada compás, con cada pisada, en cada giro. Estaban conectados, dándoles un toque dulce a aquel baile que sin darse cuenta el público disfrutaba.

Pero pudo ser una mezcla de un sabor agridulce para beomgyu. Para él se sentía como si fuese la última vez.

Sin saber que lo era.

—¿Qué estás haciendo?— preguntó de espaldas al público, hacia Yeonjun .

—Haciendo todo aquello que debí cuando podíamos— dijo.

Y eso rompió un poco el corazón de Gyu.

Dió un otro giro, donde en ese punto tenía que comenzar a despedir el que en aquel momento era su imaginario acompañante a como debía ir plantado en el baile.

Sus manos comenzaban a separarse, alejándose, tenían que comenzar a decir adiós.

—Sé feliz, Beomgyu — murmuró con una sonrisa en medio del baile, sintiendo como sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.

Gyu negaba disimulada y silenciosamente, comenzando a sentir sus ojos aguadearse.

—N-No...— pudo decir apenas, pues sabía que en cualquier momento rompería en total llanto.

—Quiero que seas feliz— volvió a decir en otra vuelta, donde ya tenían que comenzar a tomar más distancia—. Recuerda que siempre estaré contigo aunque ya no puedas verme, y que...

El último paso de baile se dió, dejando a Beomgyu abrazado al cuerpo de Yeonjun , aferrándose, mostrando que no quería dejarlo ir.

Dejándose en su último abrazo.

—Mientras yo te acompañe, nadie puede lastimarte— susurró con la última nota del piano de la música del solo—. Te amo, Gyu. Nos vemos.

Y de a poco, sólo sentía como abrazaba al aire, a la nada.

Para cuándo abrió sus ojos, Yeonjun ya no estaba ahí.

Lo que lo hizo despertar fue la bulla de los aplausos dirigiéndose hasta sus oídos, junto con silbidos y el apoyo de sus amigos.

Y entre tanta felicidad del público, él sólo quería llorar, pues su primero amor se había ido, para siempre.

Y entre tanta felicidad del público, él sólo quería llorar, pues su primero amor se había ido, para siempre

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Talking to the Moon (Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora