𝐎𝐎𝟏▮𝐅𝐈𝐑𝐄 𝐄𝐒𝐂𝐀𝐋𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 ꜜ𖤐
៹ ❪ 🚒 ❫╰╮•ࣩ⿻꥓
𝐉𝐄𝐍𝐍𝐀 𝐁𝐔𝐂𝐊𝐋𝐄𝐘 𝐄𝐒 𝐔𝐍𝐀 𝐁𝐎𝐌𝐁𝐄𝐑𝐎 que siguiendo sus sueños atravesó la puerta con miradas de superioridad y bajas expectativas siguiéndola por el camino de prepara...
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A ESE GRADO YA NO ESTABA SEGURA DE QUE SI LO QUE SENTÍA ERA EMOCIÓN Y UNA SIMPLE ANGUSTIA ATRAPADA. Por desgracia, la mayoría siempre pensaba que una mujer sólo se integraba al cuerpo de bomberos para ser paramédico o simplemente creían que no estaban hechas para ese trabajo. Jenna Buckley no fue la excepción a ese irrespetuoso estereotipo; la academia había sido todo un infierno, esas miradas furtivas y cargadas de desaprobación eran las únicas que había recibido en ese tiempo, los instructores y los nuevos reclutas eran más que idiotas sin cerebro que solo hablaban por hablar, así que ya estaba acostumbrada hasta cierto grado a todos esos comentarios respectivos sobre ella:
"No deberías estar aquí"
"Eres una chica, no sirves para ésto"
"Ni siquiera puedes hacerlo bien"
" Deberías irte mientras aún puedes, podrías romperte una uña"
"Es una perdida de tiempo"
Cómo resultado, Jenna se esforzó el doble que el resto, a pesar de todas las caídas, los insultos verbales y psicológicos logró salir como la mejor de su clase y es ahí dónde debían asignarla a un departamento.
Habían pasado casi dos meses y Jenna seguía sin estar en un departamento estable, sólo había pasado por estaciones temporales, ningún grupo de bomberos quería tener una chica en su escuadrón así que esperó a que un capitán tuviera la nobleza de reclutarla en su unidad.
Cosa que no pasó.
El bolígrafo en sus dedos se movía con rapidez a tal grado que éstos comenzaron a sufrir de pequeños calambres. Algunos rebeldes mechones de su dorado cabello caían por sus mejillas y cuello mientras se mantenía en su misma posición con el ceño fruncido, sus labios formaban una línea recta cuando decidió parar un momento para dar un sorbo a su taza de café junto a ella.
Por un segundo, se dedicó a observar la postal.
Querida Maddie
Mis antiguos compañeros me pusieron un apodo horrible, "Gitana Dorada" es cómo comenzaron a llamarme solo por qué había como dos Jenna's más en la estación. También me asignaron nuevamente a un nuevo departamento, ésta vez a la 118. Éstos dos meses me han estado enviando en círculos, de estación en estación pero ninguna a tenido mucho éxito que digamos, quisiera estar con Evan en Perú y probar un pisco sour. Por cierto, ¿Has sabido algo de él? Últimamente no me contesta los mensajes y comienza a preocuparme, avísame si sabes algo de él.
Espero ésta vez sea diferente, deséame suerte y cuidate mucho.
Te quiere, tu hermana favorita.
Sus pasos por la acera eran lentos y casi desinteresados, se aseguró de enviar la postal al hospital donde su hermana mayor trabajaba, seguramente el esposo de ésta las quemaría en cuánto las viera. Había salido casi 40 minutos antes de los esperado, la estación le quedaba a 20 pero no deseaba llegar tarde, aunque, no sabía que desear, sinceramente no esperaba nada, no había ni un apice de expectativa a su nuevo departamento, los cuatro departamentos anteriores habían sido más molestos que el anterior por lo que no tenía esperanza de recibir un trato diferente al que anteriormente le habían demostrado.
En ese momento hubiera deseado tener el Jeep de Maddie, pero su gemelo se lo había llevado antes de que pudiera objetar algo.
La estación 118 se alzó frente a ella; era igual al resto, la ambulancia y el camión de bomberos destacaban al frente, tras ellos los lockers con los uniformes de cada integrante y de lado derecho el tubo de descenso. Con un suspiro Jenna subió las escaleras apretando su bolso con fuerza, en la mesa frente a ella habían tres personas, un hombre de tal vez unos cuarenta años, una mujer morena de lentes y otro hombre con rasgos asiáticos. Los tres mantenían una serena conversación cuando la presencia de la rubia los hizo girarse a verla detenidamente.
── Hola, soy Jenna Buckley me dijeron que debía reportarme con el capitán Nash.
El hombre que estaba a la cabeza se levantó caminando lentamente hasta ella, le ofreció una sonrisa amable que la descolocó. Ya estaba preparada para que la mandaran a limpiar los camiones o los baños, pero lo que él dijo la confundió aún más.
── Yo soy el capitán pero luego podemos hablar acerca de tu integración ── él colocó su mano en su hombro y la empujó ligeramente animandola a caminar ── Ven, siéntate con nosotros a desayunar.
── Hola linda, soy Hen ── sonrió la de lentes, Jenna imitó su acción aceptando el apretón de manos.
── Chimney a tu servicio niña ── el de rasgos asiáticos le pasó un plato él cuál tomó frunciendo el ceño para risa de los otros dos.
── ¿Tu nombre es Chimney?
── No, su nombre es Howard pero aquí le decimos Chimney ── respondió Hen antes de que él pudiera decir algo.
── ¿A qué viene el apodo?
El tal Chim rápidamente extendió las manos parando el habla de Hen, el capitán soltó una risa comiendo su pasta aún observándolos. Jenna intercaló su mirada entre los tres, el capitán Nash se encogió de hombros.
── Ah no, eso sí que no ── negó repetidas veces viéndola ── No se cuenta la historia de los apodos en el primer día.
Por primera vez desde que había sido integrada a sus otras estaciones, Jenna sonrió en grande, no de manera arrogante o falsa, una sonrisa genuina y sincera que se mantuvo durante el tiempo que estuvo sentada junto a ellos.
El sonido parecido a un timbrazo se esparció por todo el lugar, un incendio en una escuela infantil y la 118 había sido solicitada para atender la llamada, rápidamente se puso su uniforme y corrió al camión.
── Bienvenida a la 118 Buckley.
La rubia sonrió bajando del camión, las llamas consumían la escuela y claramente los gritos infantiles no se hicieron esperar, la ambulancia llegó unos segundos después. El capitán comenzó a darles instrucciones y todos acataron sus órdenes. Jenna salió del edificio con un niño en brazos, su corazón latía con fuerza.
Observó a su alrededor nuevamente sintiendo emociones que no había percibido antes, al fin podría desempeñar su talento como bombero.
