Desde Aquel Beso - Charles Leclerc

Capítulo 1

Claire

—Por favor Claire, la pasaremos genial —suspiro pesadamente, al escuchar a mi mejor amiga.

—En serio Lia, no tengo ganas de ir —me acurruco más en mi cama dándole la espalda hasta que me da la vuelta quedando frente a frente con ella.

—Has estado en cama viendo películas románticas y comiendo helado, es por lo de Elliot ¿Cierto? —sí, si es por él, pero no lo admitiría, mucho menos a Amelia.

Elliot fue mi novio durante 2 años de relación, con el que terminé hace dos meses, bueno, me terminó cuando él estaba de viaje por trabajo con un mensaje diciendo; "Creo que deberíamos terminar, las cosas han cambiado''. No sé a qué cambios se refiere porque nunca habiamos tenido problemas muy grandes como para dudar en nuestra relación, pero respeté su decisión, aunque no me dio ninguna explicación, que prefiero no saber. Pero no estoy deprimida como piensa Amelia, solo estoy asumiendo que la persona que más quería me alejó de su vida sin más.

Al ver que no respondo, me mira fijamente intentando descifrar lo que pasa por mi mente, intento apartar la mirada, pero me agarra la cara para que la mire.

—Escucha Claire, tu no tuviste la culpa de que Elliot te terminara, él pierde por haberte terminado porque eres una mujer increíble y mereces más que un idiota que no sea lo suficientemente valiente para decirte lo que siente frente a ti —la abrazo con mucha fuerza, porque era lo que necesitaba escuchar durante estos dos meses.

—Es lo más bonito que me has dicho —digo en un tono de broma pero lo digo con sinceridad.

—Bueno mucha cursilería por hoy. Mejor ponte linda porque esta noche la vamos a pasar demasiado bien —me dice terminando el abrazo.

—Etá bien, tu ganas esta vez, vamos a pasarla genial —digo con una pequeña sonrisa mientras Lia salta de alegría y se mete en mi armario buscando algún conjunto para ponerme.

Así fue como mi mejor amiga me arrastró a un bar para olvidar a mi ex, y eso que solo es el comienzo de la noche.

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Trato de ver hacia donde se fue Amelia entre el mar de gente, al no encontrarla decido ir la barra, mis pies necesitan descansar, hemos estado bailando desde que llegamos, al parecer el plan de salir de mi departamento fue buena idea, después de todo me la estoy pasando bien.

Al llegar a la barra ubico un taburete vacío a lado de un chico que esta de espaldas a mí, suelto un suspiro al sentarme, realmente necesitaba descansar. Intento llamar al camarero que pasa frente a mí, pero no logro llamar su atención, me rindo después de intentarlo unas veces más.

—¿Qué quieres? —pregunta el chico a mi lado, que acerca su taburete para quedar más cerca de mí.

Cuando lo miro no puedo dejar de hacerlo. Porque... joder, es muy atractivo. Detallo cada parte de su rostro; su nariz recta y levantada, pómulos altos, labios delgados cubiertos de una barba de días, pero me centro en sus ojos verdes. Tienen motas marrones alrededor del iris. Es hipnotizante verlo.

Me doy cuenta que me preguntó algo hasta que arquea la cejas con una pequeña sonrisa. Él sabe lo que hace.

—¿Ah-h? —su sonrisa crece al escuchar mi balbuceo, y yo siento mis mejillas calentarse —Una margarita está bien.

—¡Hey! Dos margaritas —le dice al camarero.

Éste inmediatamente comienza a preparar, a lo cual suspiro y con una velocidad impresionante deja las deja bebidas sobre la barra. Tomo de la mía, avergonzada.