OS | agua, chile, mole y pozole

México lindo y querido

Pov Marcia

Casi diez años después estoy de vuelta aquí, en mi país, en el lugar que me vio nacer y me vio sufrir, razón porque decidí años atrás irme lejos para olvidar ese dolor que no me dejaba seguir.

Desafortunadamente hoy, sin quererlo y sin buscarlo, me encuentro en la misma posición complicada que en aquel entonces me hizo huir.

Que gran error cometí al aceptar volver.

–Pues que te digo Alba, las cosas con Iñaki están cada vez más... tensas. -suspiró agobiada.

La pelirroja mantenía una llamada telefónica con su mejor amiga de toda la vida, se encontraba trabajando en su ahora oficina. Las pocas semanas que estaría en México se habían convertido en una temporada indefinida.

–Es por... -la interrumpió.

–Si, no puedo dejar de pensar en él, todo el día ronda mi cabeza, en cada momento. -hizo una breve pusa. -Ya no sé qué hacer, no puedo permitir que arruine mi matrimonio, que arruine la vida tan perfecta que tenía hasta antes de volverlo a ver. -El anillo de matrimonio en su mano izquierda recordaba el compromiso que había adquirido con Iñaki, con quién había compartido su vida durante los últimos cuatro años.

Era una mujer casada.

Cuando decidió continuar su vida en otra parte del mundo, su corazón estaba deshecho.

Su vida laboral tenía poco tiempo de haber comenzado; era una joven abogada con ganas de comerse al mundo cuando aconteció aquel suceso que la llevaría a la vida que ahora tenía.

Los primeros años viviendo sola en aquel país ajeno fueron difíciles, aunque pronto conoció gente que la ayudo a sobrellevar todo aquello que venia cargando desde muy lejos y poco a poco volvió el brillo característico de su sonrisa, aquel que en el pasado alguien le había arrebatado.

Y después de años complicados, la vida parecía sonreírle ya que todo iba cada vez mejor. El mudarse a España y conocer a Iñaki fue pieza clave para que los fantasmas del pasado desaparecieran y continuara su vida de la manera más plena y feliz.

Iñaki había sido muy perseverante al conquistar su corazón aun cuando lo rechazo infinidad de veces, gracias a los traumas vividos en el pasado. Por lo que, cuando creyó que estaba lista, acepto compartir su vida a su lado.

El empresario había demostrado con acciones que era el mejor partido para ella; incluso después de casados el seguía siendo el hombre amoroso que la conquistó.

El joven matrimonio había vivido felizmente su amor y su éxito profesional, ella se había convertido en una abogada bastante reconocida y bien posicionada; por su parte, el empresario era accionista de una importante empresa de publicidad, de cual el resto de su familia también era parte. Eran realmente la pareja a seguir de todos a su alrededor.

Volver a México le pareció una tarea fácil a la pelirroja. Durante años había evitado regresar, pero ahora se sentía protegida al lado de su marido, al que "amaba".

Nada podía salir mal, estaba segura de que todo marcharía bien durante su corta estancia en el país azteca, hasta que sucedió lo inimaginable.

El capítulo inconcluso que había dejado le estaba pasando factura, la vida le dio un golpe de realidad obligándola a cerrar ese capítulo o continuarlo.

–Es increíble como Esteban te sigue moviendo todo dentro de ese tonto corazón. Es un delincuente, un pervertido y te engaño, Marcia.

–Tú sabes perfectamente que se comprobó que él era inocente sobre los delitos que le imputaron, que sus socios eran los autores intelectuales de esa red de prostitución, por eso están pagando tras las rejas. Delo cuál yo no me hubiera enterado nunca si no es que vuelvo a México. -remarcó en forma de reclamo y arqueó la ceja como ya era costumbre. Nadie le había mantenido al tanto de la situación de Esteban después de que se fue a España, pero ella tampoco buscó saber más nada.