Un dolor punzante tiró a Zack al suelo. Este empezó de forma aterradora a revolcarse, hasta que empezó a convulsionar. Su abdomen se comenzó a derretir como si un ácido estuviera surtiendo efecto. El abdomen no fue lo único, su estómago sufrió un daño colateral irreparable. En su estómago se formó un agujero enorme, y de este agujero una mucosidad negra salió arrastrándose. Como no fue ningún tipo de ácido el que derritió la mitad de su cuerpo, su ropa quedó intacta. La mucosidad negra que se arrastra debajo de su playera dejó marcas negras que traspasaban la tela, esta se movía con la intención de salir por su playera e ir a posicionarse a un costado de su torso. Los brazos fueron los segundos en empezar a derretirse hasta tal punto en que incluso no quedaban huesos. Lo siguientes fueron sus pies, el ácido comenzó a derretir desde los talones hacía las caderas, incluso el proceso pasó a su torso, hasta que lo único de Zack era su cabeza aún consciente. ¿Cómo? Ni idea. El último suspiro de vida fue arrebatado por la mucosidad negra, cosa que se metió por cada orificio de su cara hasta recubrirla por completa, y allí surgió la magia. La abominación negra estaba comenzando a esparcirse tomando un cuerpo humanoide. Lo que Zack estaba sintiendo era como si su piel quemara, como si le pusieras un trozo de metal al rojo vivo, estaba sintiendo como lo estaban calcinando vivo. Aunque realmente lo estaban derritiendo.
- Oh, mierda, ¿Qué verga te ocurre? – Se preguntó Fabián expectante de la terrible escena de miedo, su novia solo se escondía detrás de él mientras mantenía sus oídos tapados para evitar la realidad.
Las personas que estaban alrededor del pequeño grupo de conocidos miraban con lástima, terror y angustia a Zack, quien estaba sufriendo todo. La mayoría de las personas se iban con sus oídos tapados, otros simplemente disfrutaban del espectáculo de algo único y que les llegaba a causar placer. Aquel dolor por el que pasaba el protagonista, sin duda alguna, nunca se lo desearía ni a su peor enemigo, es una escala de dolor que simplemente no te puedes imaginar vivir. Una vez terminada la dolorosa transformación de Zack, como si fuera por magia, no terminó con secuelas traumáticas, pareciera que toda su fatiga mental y psicológica había terminado, parecía la misma persona que antes de la transformación; pero seguía recordando todo. Por otra parte, la gente a sus alrededores se quedaba aun viendo para lograr averiguar qué clase de abominación aberrante de los dioses era. Sentado en el suelo, recordando por lo que pasó, Fabián se le acercó para averiguar si seguía siendo el mismo chico de antes. Fabián al estar convencido de que ya no lo era, simplemente hizo una pregunta y para sorpresa de Fabián, Zack seguía consciente dentro del cuerpo de un monstruo.
- ¿Es-estás bien, Zack? – Preguntó Fabián.
- Si... Lo estoy, lamentablemente lo estoy... - Sin hacer contacto visual, Zack le respondió levemente deprimido con un tono apagado. – Y pensar que terminaría así... - Dijo Zack lo suficientemente alto como para que solo Fabián lo escuchara. - ¿Puedes decirme como me veo? – Le preguntó a Fabián.
Fabián describió muy detalladamente algo totalmente inusual. Zack es un humanoide totalmente de piel negra, como si de la oscuridad de la noche se tratase, y la textura de su piel era muy parecida a la roca, con excepción de lo que es su rostro, este solo es un recubrimiento de piel gruesa color blanco con una textura lisa y no áspera como su piel sin ningún tipo de protuberancia, ya sea ojos, cuencas, nariz, boca y orejas. Es una máscara de piel, ya que su verdadero rostro se encontraba debajo de aquella máscara. Su cuerpo es totalmente flaco, sus brazos son flacos y alargados, un poco más que los de un humano promedio y las piernas eran igualmente flacas, pero estas eran parecidas a las de un humano normal. No tiene ningún pelo en todo su cuerpo, lo único notorio en el son sus músculos y algunos diseños en su piel que la hacen ver gruesa. La visión de Zack es un fenómeno particular, es capaz de visualizar todo a su alrededor a trecientos sesenta grados en color gris. Debido a la máscara de piel, cualquier persona diría que es imposible ver a través de ella, ya que por lógica hay algo que tapa la visión. El caso es que Zack o más bien su raza, es ciega, él es capaz de ver debido a algo que se llama "Visión de Maná" la cual hace que puedas visualizar cualquier cosa literalmente. En términos simples, el nombre de su visión lo dice todo, el maná son sus ojos. Sin duda alguna, Zack se convirtió en una abominación de pies a cabeza.
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Reinos Enfrentados: Un Mexicano En Un Isekai (RE:MI)
Fantasy[RESUBIENDO HISTORIA] Tras la muerte de Zack, nuestro protagonista será enviado a un lugar extraño donde miles de personas se encuentran en su situación. La diosa del lugar y cuidadora de miles de mundos, le encargó a toda aquella gente que estuvier...