Zero no sabía si se arrepentía o no de haber dicho que sí. Aún no había aclarado todas sus dudas, tal vez se había lanzado al vacío con su respuesta.
- De..de verdad que sí?-
- Supongo. Pero yo-
Antes de que pudiera terminar de hablar notó como alguien se lanzaba hacia él, en un abrazo. Secco envolvió sus brazos en Zero, quien se quedó sorprendido, pues recibir un abrazo de Secco era lo que menos se esperaba.
- Entonces si que te gusto?-
- Sí, pero..no lo sé.-
Zero le devolvió el abrazo, se sentía cómodo, y era prácticamente un momento increíble, aunque extraño a la vez.
- Tú me gustas, Zero.-
Esas palabras reiniciaron su cuerpo entero. Los dos se quedaron en silencio por un rato, sin separarse del abrazo. Zero rompió el silencio otra vez.
- Entonces.. qué hacemos?-
- Quieres...tener una cita y probamos? O como tú quieras, yo..yo solo quiero si tu quieres.-
- No no! Por mi bien, me..me encantaría ir a una cita contigo.-
Los dos solo sonrieron y se miraron, ambos querían dar ese paso pero tenían los dos el mismo miedo. Se separaron del abrazo y se levantaron para ir a sus respectivas casas. Antes de que Secco fuera por un camino diferente al suyo, le dió un rápido beso en la frente a Zero, y se fue saludándole con la mano y una sonrisa.
Zero pensó en que eso se lo estaba soñando, o que se había imaginado todo ese día.

La cita que habían planeado hablando por WhatsApp sería ir a por pizza y cenar en casa de Zero, justo la semana siguiente. No era una gran cosa, pero ninguno de los dos era un experto en cosas "románticas" y menos en citas, así que les bastó con eso.
Llegó el día, Zero estaba terminando de arreglarse en su habitación. Traía la misma ropa de siempre con excepción de una chaqueta grisácea y unas cadenas en el cuello como collares. También se puso unos anillos, uno de ellos con una calavera. Salió de casa y fue hacia su coche, pues iría él a recoger a Secco.
Hablando de Secco, él estaba MUY indeciso en que ponerse. Apenas tenía ropa decente, pero decidió una camiseta con el mismo diseño que su sudadera, y una camisa verde oscuro por encima. Bajó en cuanto escuchó el pitido del coche de Zero, en señal de que había llegado.
- Hey.-
- Hola.-
Se saludaron, y Secco entró en el auto, sentándose en el sillón del copiloto, al lado de Zero, quien se puso en marcha enseguida hacia la pizzería. No hablaron mucho por el coche, más que nada porque los dos (o almenos Zero) estaban increíblemente nerviosos, lo único que se escuchaba era la música rock-punk que puso Zero con un CD.
Llegaron en poco tiempo, ambos bajaron del coche luego de aparcar y Zero cerró con sus llaves, mientras Secco le esperaba. Entraron en el local, y se acercaron a pedir la pizza para llevar. Se decidieron por una Margarita, aunque tuvo que decidir Secco porque a Zero le estaba dando una crisis existencial. Pagaron la pizza y volvieron al auto, donde Zero fue hacia su casa.
Llegaron y Zero abrió la puerta de su piso, mientras que Secco entraba con la pizza en las manos, la cual dejó en una mesita enfrente del sofá. Zero fue a la nevera a coger unas sodas para beber y las trajo también a la mesita.
- Te he dicho ya que estás muy guapo hoy?-
Secco le miró con una sonrisita, viendo como a Zero se le ponía la cara roja mientras miraba hacia otro lado.
- Tu..tu también. Estas muy guapo.-
Secco le tomó de la mano y le sentó en el sofá, él se puso a su lado.
- Vale, menos charlar y más comer.-
Abrieron la caja de la pizzs y empezaron a comer, mientras pusieron una película de Spiderman. El tiempo se les pasó volando, se hizo más tarde de medianoche y Secco tuvo que irse. Zero se ofreció en volver a llevarle a casa, pero el otro se negó y fue a pie, no sin antes despedirse con un beso en la frente.
- Hoy me lo pasé muy bien.-
- Yo igual..-
Se despidieron y Secco fue hacia su casa. Zero se quedó sentado en el sofá mientras el armadillo le miraba.
- Qué, pues ni tan mal no?-
- No..és..és precioso.-
- Pues ya está. Se lo dices que quieres ser su novio y ya.-
- Pero tu estás loco?-
- Pero si os gustáis los dos!-
- Ya, pero eso no significa nada.-
Bueno, en cualquier caso en 3 días era el concierto punk al que querían ir. Siempre tenía otra oportunidad. Porque aun así, sentía que tal vez no era sufuciente para Secco, o que su relación no funcionaría como el quisiera.
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