¢нαρтєя ƒσυя

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Después de ponerme el vestido, el temporizador sonó, sonó bastante fuerte lo que me hizo dar un pequeño brinco, a los segundos el chico de trenzas entro

Cuando entró me miro de arriba abajo con una ceja alzada, no me puse nerviosa pues ya me había acostumbrado a que los hombres me mirarán asi, lamentablemente así era mi vida

-ven andrea- hablo serio
-andrea?- pregunte, el chico se estaba acercando a la puerta
-Si, ese es tu nombre ¿no?- se paró en seco
-No, no me llamó Andrea, mi madre me odia, pero no me pondría un nombre tan feo- mi tono era burlesco
-¿como te llamas?- sonaba serio, yo no respondí
-Te hice una pregunta- su voz ahora era el doble de sería y se estaba empezando a acercar a mi
-Lana, Lana así me llamo- hable rápido
-¡QUE! pero si tu eres idéntica a la de la foto!- hablaba fuerte pero no gritando
-tienes alguna prueba de que te llamas Lana y no Andrea? - sonaba algo preocupado
-si... En mi pantalón esta mi tarjeta de identidad- fui hacia mi pantalón el cual estaba en la mesa, mire los bolsillos y ahí estaba mi tarjeta de identidad, se la pase a el chico y quedó pálido, parecía que había visto al mismísimo Lucifer.

Después de que pasará mi tarjeta de identidad, el chico me llevo con "el jefe" me dijo que más me valía que me comportará y me amenazó con matarme si no le hacia caso.

Recorrimos casi toda la casa, lo cual seguramente me ayude en un futuro para poder escapar de aquí, ya que el al mostrarme la casa me está mostrando las salidas que tiene y por donde puedo y no salir.

Pasamos un pasadizo completamente oscuro, llegamos a una puerta, el tocó dos veces y se escuchó un "Puedes pasar"
Entramos y el lugar estaba muy iluminado, había una mesa con muchos papeles y un computador también había una mini nevera, sacos de boxeo entre otras cosas un tanto ¿sospechosas? Aunque no se si una mesa de Villar sea sospechoso..

También había un señor de espalda de al rededor de unos cincuenta y seis años maso menos, portaba un traje de gala color vino tinto, su pelo era Rubió con rulos y tenía muchos anillos puestos.

-Tom! A que se debe tu visita? - se volteo para mirarnos
-OH y ella que hace aquí? -
-Jefe, ella no es Andrea- hablo sin más, al parecer el jefe no estaba convencido, hasta que "Tom" le dio mi identificación, al igual que tom, el puso cara como si hubiera visto al diablo, al parecer esa tal "andrea" era muy importante para ellos
El "Jefe" iba a hablar, pero fue interrumpido por un jadeo de dolor, los dos me miraron y yo solo veía mi mano
-llevala con Mickel, mientras tanto tu y yo hablaremos- todos aquí son demasiado serios, incluso más que yo.

Tom me llevo con "Mickel" era un tipo agradable, me puso una venda y me dio unas pastas, pero no me dijo para que eran ni que eran, también me dijo que estaba secuestrado desde hace cuatro meses, al parecer lo utilizaban para sacarle los órganos importantes a sus presas y al parecer "Andrea" era parte de sus presas, pero había escapado y me confundieron con ella.

Estábamos hablando y abrieron la puerta de golpe, entró un señor con traje parecía un guardaespaldas o algo parecido
-Señorita sigame porfavor- me despedí de Mickel y me fui con el.

No me llevo a la habitación en la que estaba cuando llegue, estaba en una habitación la cual parecía muy lujosa, la
cama era muy grande, tenía ventanas altas y vistas hermosas, se podía ver toda la ciudad
-Señorita aquí pasará su estadia- a sentí y me adentré más a la habitación para explorarla, el baño era casi igual de grande que la habitación era genial, ojalá tenerlo, pero sin estar secuestrada y que mi madre me amara... Y con Kenia... -suspire- Kenia... ¡JODER! ¡DONDE ESTA KENIA! empecé a entrar en pánico, fui directo a la puerta y comencé a intentar abrirla, pero no podía, joder me habían encerrado
-PORFAVOR ABRAN! TENGO QUE HABLAR CON MI HERMANA!- grite, grite como nunca, sabía que me estaban escuchando cuando escuche un pequeño golpe en la puerta en signo de que me caye, no me caye y seguí gritando hasta que me cansé, cuando mire hacia atrás ya era de noche...

Fui al baño para darme un duchaso y intentar calmarme y funciono, me sentí bastante relajada, me puse el vestido, ya que era lo único que tenía, después revise por encima mi mano y al parecer todo estaba bien.

Me recoste en la cama y me puse a pensar en todo... Mi madre, mi hermana, mi Universidad, mi padre... Mi vida... Y me pude dar cuenta que nunca conté con nadie, siempre fui yo contra el mundo, al parecer la frase "todos para uno y uno para todos" no existía en mi vida

Supongo que tengo que sobrevivir por mi cuenta... Como siempre..

Derrame algunas lágrimas al pensar eso.. Era verdaderamente triste no tener a nadie con el cual puedas contar en tus peores y mejores momentos, sentirte siempre solo...

Siempre me considere alguien muy extrovertida aún así con mi madre odiandome, casi sin ver a mi hermana y sin mi padre presente, siempre tuve una sonrisa en mi cara y parecía que estuviera en mi mejor momento de toda mi vida... Oh porfavor que no vean a través de la ventana..

Me quedé pensando en mi padre, en su voz y lo bien que nos la pasábamos juntos.. Como lo extraño...

Mis pensamientos fueron interrumpidos por alguien abriendo la puerta, era un chico alto y rubio, parecía bastante tierno
-Hey, eh mira- en sus manos tenía una pijama, salí de la cama y se quedó boquiabierto a lo cual solté una pequeña risa haciéndolo volver a la realidad
-To-toma- me entregó la pijama
-gracias hmm... -
-Gustav, Gustav- hablo rápido y algo nervioso
-bueno, pues gracias Gustav- sonreí mostrando mi dentadura

Después el chico salio por la puerta y no supe nada más de el, ese chico era el que mejor me había caído en mi estadía de secuestrada, rei un poco al pensar en cómo sería papá en esta situación


-Bueno, será una buena anécdota para mis nietos-
-Jmmm hay que grabarlo, así tendré pruebas de lo bueno que soy defendiendome-
-joder, no entiendo porque me secuestran a mi, aunque en parte los entiendo, yo también secuestraria a una hermosura como yo-

Sonreí al pensar en eso, aunque una parte de mi se sintió mal porque el ya no estaba ahí... No se cuando superare su muerte...

Me cambie y ¡joder! Esta pijama si que era cómoda, era un poco reveladora, pero todo era mejor que el vestido, aunque se ajustaba muy bien a mi figura, era algo incómodo, además no soy alguien que use muchos vestidos, aunque hay mucha gente que me dice que me veo genial con ellos

Apague todas las luces y me recoste en la cama, tenía algo de miedo de dormir ya que no quería que alguien entrara a la habitación y me drogara o abusara de mi, pero estaba tan cansada que me dormí a los minutos.

‡‡

No tengo nada en contra las
Andreas
(Na que va me cae mal)

¿How did it happen? ; Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora