inteligencia artificial : jikook

tres.

El sol brillaba en el cielo azul cuando los dos Alphas se encontraron por primera vez. El padre de él le había sugerido que visitara la manada vecina para conocer al hijo del Alfa. La intención era clara: unir fuerzas para mejorar la gestión del territorio y asegurar el futuro de ambas manadas. Sin embargo, los dos jóvenes no se tomaban muy bien la idea.

Desde el primer momento, sus personalidades chocaron. Uno era impulsivo y orgulloso, mientras que el otro era calculador y frío. La tensión era palpable en el ambiente. Se miraban con desprecio y se lanzaban insultos cada vez que tenían oportunidad.

Fue entonces cuando se enteraron de la razón por la cual habían sido convocados. Sus padres habían decidido sellar el pacto de unión casando a sus hijos. Ambos quedaron atónitos al oír la noticia. ¿Cómo podía ser posible? Se trataba de dos Alphas, no de un Alpha y un Omega, lo cual hacía imposible que pudieran procrear.

El odio mutuo que se profesaban se agravó aún más. Se culpaban el uno al otro por esta situación incómoda. Pero, al pasar de los días, comenzaron a notar algo extraño en su relación. Sentían una conexión que no podían explicar. Se dieron cuenta de que compartían muchos intereses, incluso gustos similares en gastronomía o música.

Poco a poco, la animosidad fue desapareciendo y comenzaron a acercarse más. Todo el tiempo juntos les permitió conocerse mejor y a encontrar puntos en común. Lo que era impensable al principio, se convirtió en una realidad: se habían enamorado. Y aunque la situación seguía siendo compleja, ya nada podría separarlos. El amor había triunfado ante el odio del pasado.