Capítulo 26

17 7 0
                                    


Isabel

Ya hace una semana que decidí darle la oportunidad a Alex. La suerte que tiene es el hecho de que ya se sabe a ciencia cierta cómo ocurrió todo en la fiesta de cumpleaños de Diego.

De momento, hay que reconocer que está todo muy tranquilo lo cual se agradece después de tanto caos y tantos frentes abiertos tanto dentro de las fronteras del reino como fuera de el.

Cuando estoy saliendo de la biblioteca de camino a mi habitación, Joakina se me acerca y me pregunta:

-Isabel hola,¿podríamos hablar? Es que quería pedirte consejo.

-Si claro-la contesto-Vamos a mi alcoba ( es como se llamaba antiguamente a la habitación) y hablamos más tranquilamente.

Una vez que llegamos a mi alcoba, entramos y nos sentamos en dos sillas situadas entre la chimenea y la ventana entre las cuales se encuentra una pequeña mesita situada cerca de la ventana. Estando sentadas, Joakina me pregunta:

-¿Alguna vez quisiste o deseaste tener algo o a alguien tanto hasta el punto de que te daba miedo?

La pregunta no me la esperaba por lo que me pilla desprevenida y tardo un poco en responderla pero no por ello dejo de ser sincera. En cuanto me recupero, la digo:

-Si te soy sincera, alguna que otra vez tengo esa sensación. Sobre todo cuando lo tengo a mi alcance y precisamente por esa razón tengo más miedo. Y ese miedo se debe a que no quiero perderlo, sobre todo cuando estoy cerca de conseguirlo.¿Por?

Cuando acabo de explicarselo, me doy cuenta de que se sonroja un poco por lo que hace que tenga mis sospechas sobre de que se trate de un chico y me temo de que chico se trata. Pero prefiero que sea ella quien me lo diga cuando se sienta lo suficientemente cómoda para hacerlo.

-¿Y qué hiciste al respecto?- me pregunta Joakina sacándome de mis pensamientos.

-Lo que suelo hacer es ir a por ello cueste lo que cueste y pase lo que pase teniendo presente ese miedo-la digo resolviendo su pregunta- Aún sabiendo que ese miedo está ahí.

-Gracias por el consejo-me dice levantándose de la silla para, a continuación, dirigirse a la puerta-De verdad.

-Ya sabes que me puedes contar cualquier cosa y que estoy aquí para lo que necesites-la digo mientras se aleja hacia la puerta.

-Lo sé y por ello te estoy agradecida-me dice mientras abre la puerta de mi alcoba.

Aunque ella no lo diga, se que habla de mi hermano ya que no es la primera vez que la veo que se le escapa la mirada en su dirección y viceversa.

Cuando acabo de ordenar un poco mi habilitación y de hablar con los chicos y mis hermanas, escucho que llaman a la puerta a lo cual me levanto y me acerco a abrir.

-Hola Diego-le digo nada más abrir la puerta y ver que se trata de él.

-Hola hermanita- me dice Diego- Solo te quería preguntar si hay algún problema en que le pida noviazgo a Joakina.

-Es buena chica así que adelante- le digo-Por mí no hay problema.

-Gracias Isabel-me dice despidiéndose Diego-Descansa.

Nada más decir eso, Diego se marcha y casi al mismo tiempo aparece Alex ocupando su lugar.

Cuando voy a abrir la boca para saludar, Alex me empieza a besar casi con desesperación como si no nos hubiéramos visto en siglos. Mientras nos besamos, terminamos al borde de mi cama medio desnudos. Nos separamos para poder respirar ya que los pulmones no tienen ya aire.

ATEMPORAL- EL MEJOR VIAJE DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora