amárrame

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México | 1989

Ya a la hora acordada, Katia estaba en casa de su amiga

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Ya a la hora acordada, Katia estaba en casa de su amiga. Ambas acabando de arreglarse para ir a la fiesta, con treinta minutos de anticipación.

─Mamasita. ─katia le pegó una nalgada, edén sólo rió.

Había optado por un vestido negro, corto y ajustado al cuerpo, con unos guantes del mismo color y unas botas negras altas. Se había maquillado unos ojos de gato, que le resaltaban muchísimo acompañados de un labial rojo, sólo planchó su cabello y ya estaba lista.

─¿Ya estás lista? ─le pregunta edén a su amiga castaña.

─Ya.

Bajaron hasta la sala, dónde la hermana menor de Edén, Anaís, estaba jugando con su casita de muñecas.

─¿Edén juegas conmigo? ─le pregunta, mientras corre hacia ella.

─Ay mi vida, ahorita no puedo. ─la cargó. ─Pero te prometo que mañana jugamos ¿va?

─Es que estoy sola.

─¿Y Sara?

─Ya se fue a acostar.

─Ay Any. ─se fue a sentar al sofá, con ella sobre sus piernas. ─Mira, yo ahorita tengo que salir, es importante. Pero mañana voy a estar aquí todo el día, podemos salir las tres con Sara, vamos al parque, a las piscinas, al cine, o a dónde tú quieras ir.

─Está bien. ─pegó un bostezo. ─Además yo también ya tengo sueño... ¿Puedo dormir contigo?

─Corazón pero yo ya me voy.

─Edén, porfa. ─se abrazó de ella.

─Esperame unos díez minutos. ─le dijo a su amiga.

La mayor sólo suspiró y giró los ojos. Cargó a su hermana entre sus brazos y la llevó hasta su cuarto. La acostó en la cama y ella se acostó a su lado.

Era su hermana, eran lo único que ella tenía y sus dos hermanas menores la veían como a una madre, no podía decirles que no.

Sara tenía dieciséis, mientras que Anaís tres años apenas.

La abrazó, le hizo caricias en su cara, le daba palmaditas en la espalda, y así por un buen rato hasta que se quedó dormida.

─Desdacansa mi niña. ─le dió un beso en la frente y salió del cuarto.

Cuando ya estaba por bajar, vió a su otra hermana salir de su cuarto.

─¿Cómo te sientes? ─le pregunta tocando su frente.

─Ya, ya estoy mejor Edén, gracias. ─le sonrió.

─Le echas un ojito a Anaís, es que la ví como que medio triste hace rato.

𝐔𝐒𝐓𝐄𝐃 ━ luis miguel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora