CAPÍTULO 6

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- ¡Que bonitos son! - exclamo.

*6 MINUTOS DESPUES*

- ¿Donde vives? - pregunta - Asi, yo puedo llevarte a tu casa.- sugiere.

- Bueno... Vale. -

- Creía que eras de esas que se negaban rotundamente. -

- ¿Osea que en realidad no quieres llevarme? - digo indignada. - Vale... me iré como e venido, ¡CAMINANDO! - digo mientras me levanto para irme.

¡¿Será cerdo?!

- No te pongas así... - dice cogiendome del brazo para que no me vaya.

Ayyy madre mia...

Intento salir de ahí... Pero, es muy fuerte. El empieza a caminar mientras me tiene agarrada.

- Sueltame, porfavor... - digo cansada - ¿Sabias que esto es secuestro? - digo tranquila - ¡Te doy los dos euros y me dejas libre! -

- Callate ya... - me regaña.

Me sigue arrastrando hasta que llegamos a mi clase.

- ¿Por qué no me has dicho que me llevabas a la clase? -

- No se... Era guay verte la cara... -

- Capullo... - digo rodando los ojos mientras entro a la clase.

*PHILIPP*

Estoy en el despacho del director contando todo lo que le a hecho Guillermo a Sarah, con unos cuantos moretones y cortes en la cara.

- Estas expulsado todo el día, mañana traete algún familiar, hay reunión. Ya puedes marcharte. - dice señalandome la puerta.

Me levanto de la silla, cojo mi mochila y me marcho.
Una vez fuera del instituto me pongo el casco de mi moto y me voy a mi casa.

*SARAH*

Me siento en mi sitio.

Nuestra profesora nos dice que continuemos con el trabajo en parejas, pero el gilipollas de mi compañero no está.

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Han acabado las clases y veo de lejos a Sebas sentado encima de un coche muuuy caro.

Voy en dirección a él con el corazón a mil.

¡¿POR QUE TODO EL MUNDO ESTA MIRANDO HACIA MI?!

- ¿Por qué todo el mundo está mirando hacia aquí? - pregunto una vez llegar donde está Sebas.

- Pues porque eres la nueva, y estás CONMIGO - dice marcando la palabra - delante de mi coche. - finaliza dando una palmada a su coche.

Asiento repetidas veces confundida y abro la puerta de copiloto.

Subimos ambos al coche y nos estuvimos bastante rato en el coche sin movernos, ya que el señorito Sebas está haciendo algo super importante con su teléfono.

- ¿Puedes llevarme ya a mi casa? - pregunto.

- ¿Cual es la palabra mágica...? - dice con sonrisa burlona.

- Rápido. - contesto.

Y el borra su sonrisa por una cara de amargado.

El arranca el coche.

*10 MINUTOS DESPUÉS*

Solo al ver que ya estábamos delante de la puerta de mi casa:

- Gracias por traerme, amargado - digo lo último más bajito.

- De nada, enana. - el arranca y se va.

Me quedo delante de la puerta de mi casa con las llaves en la mano.

No quiero entrar en esa casa llamada infierno.

Saco el cartel arrugado de mi bolsillo (el cartel de trabajo como sirvienta en la casa REAL).

Necesito ese trabajo.

No me lo pienso dos veces y pongo en el GPS la dirección de la casa.

*15 MINUTOS DESPUÉS*

Llego a la casa, es muy grande por fuera, de color blanca.

Elegante

Pico el timbre y me abren a la primera.

Pensaba que iba a ser más difícil

Entro en el patio y todo el césped es perfecto.
Voy en la puerta principal y me recibe un gorila vestido de persona.

Estoy segura que ese... Esque a eso no se le puede llamar hombre. De verdad que es gigante.

- ¿Que quieres niña? - pregunto con cara de enfadado.

Nooo, nada... Solo vengo a pasar el rato en la casa real...

- Vengo por el puesto de trabajo de sirvienta. - digo sonriendo.

- Verás, mis superiores no se encuentran aquí. Te tendrá que juzgar su HIJO. - dice marcando la palabra con cansancio.

- Vale... Digo... De acuerdo.

- Espero que no seas una del montón que viene aquí solo para hacercarse a el. - dijo señalándome - Si es así, vete. - dice serio.

¿Pero quién se cree que es?
¡Ni siquiera lo e visto aún!
Pero no pienso decirle todo esto.

- No señor, vengo por la recompensa. - digo mirándolo.

- Pasa... - dice escaneando con la mirada mientras me abre la puerta.
- Y porfavor. No robes nada. - dice con voz cansada.

Yo lo miro extrañada y espero al lado de las escaleras.

- Ahora baja. - dice el señor.

Yo asiento con la cabeza.

El señor coge un telefonillo que hay en una mesa y dice:

- Alteza, baje al piso de abajo. A venido una señorita.

- Uufffff... ¿Como es ella?

El hombre me mira de arriba abajo y empieza a describirme.

(NO QUIERO DESCRIBIRLA PORQUE QUIERO QUE VOSOTROS, LOS LECTORES, OS IMAGINEIS COMO VOSOTROS QUERAIS QUE FUERA LA PROTAGONISTA, FISICAMENTE)

- Mmmm... Tiene que estar muy buena...  Se me para con tan solo imaginarmelo... - tiene la voz agitada.

Y miro al señor con los ojos muy abiertos.

- Alteza baje ya, por favor. - dice cansado.

- U-un momento... Que ya... Estoy apunto de correrme... Aaaah... -

Me tape los oídos al escuchar el primer gemido.

El señor rápidamente apagó el telefonillo y me miró con una sonrisa nerviosa.

Agacha la cabeza y me dice:

- Lo odio... Con todo mi ser. - dice con una mano en el pecho.

Nunca e visto una declaración  tan profunda

Minutos después baja un chico rubio con el pantalón de pijama, sin su camiseta y también...

¿¡QUE HACE ESTE IDIOTA AQUI?!

- ¡No jodas Philip! - el señor se me queda viendo sorprendido.
- ¡Estás por todas partes! ¡Y encima no vienes a clase y e tenido que acabar todo el puto trabajo por tu puta culpa! ¿Y sabes que es lo mejor? - digo mirando a ambos - ¡Que estabas aquí con el cerdo del príncipe! - digo después de gastar tanta saliva.

Ahora me siento mucho mejor...

- ¡Guau! Cuanto odio llevas dentro... -

Me pica el puño...









De sirvienta a algo más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora