Sobreviviendo al Amor

CAPÍTULO 4

Cuando íbamos acercándonos más a ellos, pude ver cómo Beto chocaba la mano con John y este solo reía, al estar ya con ellos dejaron de reír y John volvió a tomar mi mano y así nos quedamos hasta que llegó Tamara a decirnos que ya teníamos que irnos, al despedirnos Gabriel, Beto y John decidieron acompañarnos a la casa a pesar de que solo eran 4 cuadras, al caminar rumbo a mi casa John no me soltó para nada de la mano y eso me hacía sentir bonito, cuando nos empezábamos a acercar solté todo el aire que estaba reteniendo y le dije:
 
–John, antes de que quieras tener algo conmigo, necesito que sepas que tengo 15 años– dije nerviosa
 
Pensé, que al decirle el se iba a arrepentir de haberme dicho que quería algo conmigo y de haberme besado, pensé en que si tal vez se lo hubiera dicho antes que pasara todo, no me habría ilusionado como una tonta, pero ya era demasiado tarde, ya todo había pasado y ahora tendría que bajarme de la nube donde me había subido sin antes pensar en que esto no podía ser.
 
–Bebé, no me importa tu edad así que quita esa cara y disfruta de los pocos minutos que tenemos juntos– después de decirme eso me dio un beso en la frente y seguimos caminando
 
Llegamos a la casa y el se despidió dándome un pequeño beso en los labios, me pidió mi número de teléfono el cual se lo si sin pensar, se que no estaba bien que me hiciera ilusiones así con un chico mayor y menos de alguien a quien había conocido hoy, pero yo sentía que nuestra conexión era muy fuerte y que a lo mejor esto era un amor a primera vista y que el podría ser el amor de mi vida.
 
Cuando entramos a la casa Esmeralda y yo nos dirigimos a la habitación, sabia que me preguntaría así que antes de que me diera un sermón o algo así yo le platique todo lo que pasó después de salir de la casa de Gabriel, ella se quedó boquiabierta y me dijo:
 
–¿Enserió te dijo eso?– parecía sorprendida
 
–Si, es tan lindo– conteste recordandolo 
 
–Ana solo ten cuidado si, no quiero que salgas lastimada, Beto dice que vallan lento y empiecen como amigos para ver si esto funciona, me dijo que no….. no fueran tan rápido y yo pienso lo mismo– me dijo, pero en ese momento yo solo tenía en la cabeza el recuerdo de sus labios sobre los míos
 
Al pasar los días me sentía algo deprimida por que no había visto a John ni siquiera sabía de el, desde aquel día de la fiesta no me había escrito, mi pecho dolía cada vez que lo recordaba y más cuando le había preguntado a mi hermana Tamara de el y ella solo me había dicho “Ana ¡por dios! solo la pasaron bien una noche, no seas ilusa" sus palabras me dolieron mucho me sentía tan tonta en verdad creí que alguien como el se fijaría en mi, a pesar de el dolor que tenía no se los demostraba por que sabia que empezarían a decirme “te lo dije “ así que mejor aparentaba estar bien y que no me importaba.
 
Estaba haciendo mis tareas cuando llego Esmeralda y me dio la noticia que ella y Beto ya eran novios y que la había invitado a verlo jugar, Beto jugaba en un equipo de fútbol de la colonia en donde vivíamos y no solo el también lo hacía Gabriel y varios chicos que no conocía pero si ellos iban a estar era obvio que John también así que no lo pensé más y le dije:
 
–Si quieres te acompaño ya termine mi tarea y así no estás sola en lo que lo esperas– le dije
 
Pero en realidad mi plan era ver a John y preguntarle que pasaba y también decirle que yo lo había extrañado demasiado, que solo me diera una explicación solo eso quería, aunque igual quería verlo y olvidar todos estos días que había estado sin el. Se dio la hora del partido y yo estaba muy nerviosa en lo que caminábamos para la cancha vimos a lo lejos a toda la bolita del equipo de Beto, al parecer el estaba esperando a mi hermana por que enseguida le hiso señas para que fuera
 
–Vamos– me dijo
 
–Segura, no hay problema con quedarme aquí he– conteste, pero en realidad estaba buscando a la persona que quería ver
 
–Vamos, no te voy a dejar sola Ana– y jalándome del brazo me llevo hasta donde estaban todos
 
Al llegar el primero en recibirnos fue Beto quien se puso frente a nosotras y nos saludó ya de ahí cada uno de los chicos nos fue saludando aunque no nos conocían, faltaban 10 minutos para que empezara el partido, cuando llego mi hermana Tamara con Gabriel, el era el delantero del equipo y se sentía la súper estrella yo solo rodé los ojos y me di la vuelta sin percatarme que atrás de ellos venía una pareja de enamorados al llegar hasta donde estábamos nos empezaron a saludar y mi hermana se nos quedó viendo como de “ustedes que hacen aquí” yo no le tome importancia hasta que una voz me hiso voltear
 
–Hola chicos, perdón por llegar tarde pero tenia que atender a mi nena– dijo John sonriendo
 
Y ahí estaba John, el chico que me había dicho que quería estar conmigo, el que me había besado en una fiesta, el que había dicho que no le importaba mi edad, del que me había ilusionado, estaba ahí parado a un lado de mi con una chica a su lado a la que tomaba de la mano y a la que le llamaba “mi nena", mi corazón se rompió en el mismo momento en que mis ojos recorrían a aquella hermosa chica de su edad, no podía creerlo, no podía entender el por qué, mi manos empezaron a temblar y tuve que ocultarlas en los bolsillos de mi pantalón, justo en ese momento nuestras miradas se encontraron y el solo dibujo una sonrisa en tu rostro.