CAPÍTULO 12

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–Eres mala bebeita, más mala que la carne de puerco jajajaja descansa, no te desveles que mañana será mejor que hoy, te quiero, adiós– colgó la llamada
 
La relación que teníamos el y yo era como la de hermanos y a pesar de que yo sabía que el tenía sentimientos por mi, eso no nos impedía estar juntos y querernos como hermanos, después de colgar la llamada no puede evitar acordarme de lo que había escrito en mi diario hoy, a pesar de que ya habían pasado muchos años desde aquel día, todavía dolía creo que es verdad cuando dicen que el primer amor no se olvida pero también no se olvida la primera vez que te rompen el corazón, esa siempre dolerá por que fue la primera vez que te enseñaron que tenía que doler para que tu corazón se hiciera fuerte, me levanté de la cama hacia el buró y tomé algunos de los medicamentos que tenía que tomar, regresé a la cama, me recosté y cerré los ojos no sin antes pensar en la segunda historia que contaría en mi diario, la de mi primer amor, por que a pesar de que John me había hecho sentir cosas bonitas, el no había sido mi primer amor y así me dejé llevar cayendo profundamente en los brazos de Morfeo.
 
Al despertar me sentía muy bien, tal vez fue la llamada de John la que me dio ánimos o tal vez era el medicamento que cada día iba dando resultados, no lo sabía, lo que si sabia era que me sentía bien y lista para iniciar el día, me levanté directo a baño  lave mis dientes y me lavé la cara, salí directo al closet saque una muda de ropa, me cambié y baje a prepararme el desayuno.
 
Después de hacer mis cosas laborales y del hogar, me hice un te y fui directo a mi cuarto, al llegar lo primero que hice fue mirar mi diario, una sensación de tranquilidad me invadió y me acerqué lentamente hasta estar frente a el y como lo había dicho, hoy les contaría la historia de la primera persona de la que me enamore de verdad y de la que hasta el día de hoy aún recuerdo, tome asiento y tome el diario para abrirlo en una hoja blanca y empecé escribiendo así:
 
13 AÑOS ATRÁS

Estaba yo en 4° semestre de preparatoria, mi grupo era uno de los más desastrosos pero también de los más unidos, todos nos cubrimos las espaldas y nos apoyábamos entre todos, yo me juntaba con 3 chicas las cuales eran mis mejores amigas, todo el tiempo estábamos juntas, eran las mejores amigas que había tenido, les contaba todo lo que me pasaba y más cuando estaba triste siempre estaban apoyándome y dando consejos, nosotras íbamos en el grupo 13, dicen que el número de la mala suerte pero no para mi, para mi era el mejor numero por que aquí es donde conocí a las personas más importantes de mi vida, aquí conocí a Irving, el era un chico muy lindo y buena onda, empezamos como toda relación primero en amistad y después noviazgo, yo lo quería mucho me hacía sentir cosas que nadie más me hacía sentir, era atento, comprensivo, romántico, leal, sincero, tenia los ojos más bonitos que había visto de un color entre verde y miel, no se que tenía su mirada pero cuando me miraba yo me derretía, el tenía la capacidad de hacer latir y detener mi corazón al mismo tiempo, puedo jurar que estaba completamente enamorada de él, tenía todo lo que yo pedía y aunque apenas iba conociendo estos sentimientos tan bonitos, para mi era el hombre más lindo del mundo. Un día fuimos a una fiesta y ahí estaba un chico que no dejaba de mirarme y el  se enojó tanto que aprovechaba cada momento para besarme y acercarme a el, yo solo me reía internamente, me daba tanta ternura verlo celoso que yo me dejaba querer más por el, en eso empezó una canción que me encantaba así que lo jale a la pista de baile y empezamos a bailar, yo estaba tan contenta y entretenida por que el no era de ese género de música pero por mi era capaz de bailar hasta cumbias, en eso no se como me di la vuelta y al levantar la mirada encontré la del chico que no dejaba de mirarme y me sonrió,  a mi no me pareció malo sonreiré así que lo hice, Irving estallo de celos y me dijo que nos fuéramos, al principio le dije que no pero ya pensando en mi reacción me di cuenta que la había cagado por completo, no le dije nada más tomo mi chamarra y salimos de la fiesta.
 
Al salir el me dijo que me llevaría al lugar donde el se sentía tranquilo y donde le gustaba estar solo, tomamos un taxi y nos dirigimos a un fraccionamiento lleno de departamentos con distintos números, el taxi paró enfrente de un edificio de 6 pisos, Irving saco dinero de su cartera y nos bajamos, yo me encontraba nerviosa por que algo me decía que íbamos a ir a alguno de esos departamentos, mis manos empezaron a sudar por que había algo que el no sabía, yo era virgen y a pesar de que yo quería perderla con el, no me parecía que fuera el momento pues habíamos tomado un poco y yo quería que fuera especial.
 
Me tomo de la mano y nos adentramos al departamento para subir 3 pisos y llegar hasta una puerta que tenía una protección de acero color negro, saco de su pantalón unas llaves y comenzó a abrir las puertas, al abrirlas me miró y me dijo:
 
–¡Pasa! Se que esto tal vez se vea un poco mal pero te juro que no es lo que estas pensando, este departamento es mío, lo tengo por que aquí es cuando quiero estar solo o cuando estoy molesto, estresado etc. Te traje aquí por que quiero que estemos solos y hablemos de lo que pasó, no pasara nada lo prometo– dijo nervioso
 
–No es necesario que me expliques amor – dije nerviosa y entre
 
Al entrar me sorprendí de lo acogedor y agradable que era, la decoración y los muebles eran de madera, se sentía un ambiente de paz y tranquilidad, ahora entendía el por qué le gustaba estar solo y tranquilo en este lugar, se me quedo viendo y me invito a sentar, después me dijo que si quería algo de tomar y saco 2 latas de refresco del refrigerador, al sentarse junto a mi me dijo:
 
–Nos salimos de la fiesta por que no quería armar una pelea enfrente de todos, sabes que soy muy celoso y no me pareció correcto que le sonrieras a alguien estando yo presente– dijo molesto
 
–Lo se amor y lo siento mucho, no lo hice con la intensión de coquetear solo fue una sonrisa normal, tu sabes como soy– lo tome de las manos y me acerque a el– quiero que sepas que no hay, ni abra nada que me haga dejar de sentir lo que siento por ti, te amo y no tengo ojos para nadie más.
 
–Perdóname amor, no quise actuar como un novio tóxico, solo me aterra el hecho de perderte– dijo agachando la cara
 
–No me perderás mi amor– levante su cara y bese sus labios
 

Sobreviviendo al Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora