Sobreviviendo al Amor

CAPÍTULO 15

En realidad la casa de José Luis no estaba tan lejos de la casa de Irving, por lo que llegue más rápido de lo que me imaginé,  antes de llegar le mande un mensaje que estaba afuera de su casa que si podía salir y hablar un momento, iba dispuesta a decirle lo que sentía, a decirle que no quería y no podía estar lejos de el, pero en el momento que el salió y lo mire a los ojos toda mi valentía desapareció dejándome completamente en blanco.
 
–Hola– me dijo
 
–Hola, ¿no interrumpo?– conteste
 
–No– hiso silencio– ¿quieres que hablemos?– pregunto
 
–Si– dije rápidamente
 
Caminamos unos pasos y nos sentamos en las escaleras de la entrada de unos departamentos, ahí hablamos de como estábamos, de lo que habíamos hecho estos días en los que no nos habíamos visto, platicamos un poco y cuando llegamos al tema de nosotros, llegó una camioneta interrumpiéndo la conversación que teníamos, se asomó un chico por la ventana y le dijo:
 
–Listo Irving ¡vámonos!– le dijo
 
–¡Oh mierda! se me olvidó que tengo que salir– me dijo– Dame 15 minutos y regreso, por favor no te vallas– se levanto y sacudió su pantalón
 
–Si tienes cosas que hacer podemos dejar la platica para después, no pasa nada– le dije
 
–No, si tu en verdad me quieres , si en verdad quieres solucionar las cosas, me esperarás– dijo sin darme tiempo a responder solo se dio la vuelta, se subió a la camioneta y se fue dejándome ahí.
 
La verdad es que no sabía que hacer, ni que pensar, quería quedarme, quería esperarlo y demostrarle que en verdad me importa y quería solucionar las cosas, pero también me pregunté el por qué tenía que hacerlo, por que tenía que demostrar algo que ya estaba demostrado, no era suficiente el simple hecho que mandara mi orgullo a la mierda y estuviera aquí, quería arreglar las cosas de verdad que lo quería hacer, así que me dije a mi misma “ ¡vamos! no perdemos nada al quedarnos un poco más" entonces decidí quedarme (Lo sé, fue la cosa más tonta que había hecho por un hombre) y así pasó 1 hora y me dije: “solo un poco mas", pasaron 2 horas y empecé a sentir una presión en el pecho, pero no quería verme tan infantil y empezar a llorar ahí, que tal si llegaba y me veía en esas condiciones, no solo me vería tonta también me daría vergüenza, no sabia que hacer por lo que saque mi teléfono de la mochila y le marque a Martha.
 
–BUENO– grito, pues la música se oía a todo volumen
 
–Hola amiga ¿cómo estás? ¿Qué tal la fiesta?– trate de preguntarle para hacer platica
 
–¿Qué pasó? Te conozco y se que algo pasa, dime en éste momento que fue lo que te hiso el idiota de Irving– dijo molesta
 
–¡Hay amiga!– empecé a llorar y le platique lo que había pasado
 
–¡Quiero que te vengas de nuevo para la fiesta! y que lo mandes a la mierd* por cabro*, mira que decirte que si de verdad lo quieres lo esperes, mándalo a la chinga** hombres como esos no valen la pena amiga, un hombre que de verdad te quiere no te condiciona, mucho menos te deja para irse quien sabe a donde y dejarte 2 horas esperándolo– dijo
 
Fue ahí donde un botón hiso “click” en mi cabeza y mi yo interior me dijo: “ eres una estúpida, no deberías de estar aquí, mucho menos esperar un hombre que sabe, por que sabe lo mucho que significas para el” así que me levante, sacudí mi falda y con la cabeza en alto me fui sin mirar atrás.
 
Cuando llegue de nuevo a la fiesta, Martha me recibió con los brazos abiertos y una cerveza en mano, yo no dije nada, solo alce los hombros e hice de cuenta que nada había pasado, al pasar las horas la mayoría del salón ya se habían ido solo faltábamos algunos, fui a donde estaba mi amiga quien estaba platicando con un compañero del salón, pero antes de llegar a ella Liam me jalo hacia una habitación y cerró la puerta.
 
–¿Qué te pasa? ¡Déjame salir!– le dije molesta
 
–Perdón, no sabía cómo hablar contigo a solas– dijo– Solo escucha lo que tengo que decirte y te dejo salir por favor
 
–Bien, pero no era la manera– me cruce de brazos– dime ¿que quieres decirme?
 
–¡Ven!– me jalo para sentarnos en la cama– Mira, es que tu me gustas desde hace tiempo, eres una mujer muy hermosa y se que a lo mejor ya no nos veremos, pero nunca es demasiado tarde para pedirte una oportunidad– se acerco a mi y me tomo de los brazos para que no me moviera
 
–Liam, ¿Qué estás haciendo? ¡suéltame!– trate de alejarme de él pero su agarre de hiso más fuerte y trato de besarme– ¡ME ESTAS LASTIMANDO! ¿QUE TE PASA?– grite sin poder soltarme
 
El no dijo nada, solo se abalanzó sobre mi y me tiró a la cama, subí mis manos para alejarlo de mi pero no pude moverlo ni un solo centímetro, me sujetó las manos con fuerza y con una de sus manos las subió para que no pudiera moverlas, mi cuerpo empezó a moverse con fuerza y a gritar, pero la música era tan fuerte que nadie podía escucharme, entre en pánico, llego un momento en que mi voz salió temblorosa y miles de pensamientos pasaron por mi cabeza.
 
–¡POR FAVOR DEJAME IR LIAM!– volví a gritarle
 
–No, solo no te resistas vas a ver que si no te resistes te gustará, nos gustara a ambos– sonrió
 
Bajo su cara e intentó besarme   pero yo fui más rápida para que no lograra lo que quería, en vez de encontrarse con mis labios hundió su cara en mi cuello y empezó a besarlo salvajemente, era repugnante sentir como jadeaba y besaba la piel de mi cuello, yo seguía luchando por quitármelo de encima pero todos mis intentos eran en vano, lentamente empecé a sentir como su mano se adentraba bajo mi falda, empecé a temblar y a imaginar lo peor pero entonces no se de donde saque la fuerza necesaria y logre zafar una de mis manos, agarré su mano con fuerza y lo detuve ya que por unos centímetros más hubiera llegado a mi entrepierna, se lamió los labios y sonrió, al parecer le gustaba o le excitaba que peleara con el, por que no dejo de sonreír en ningún momento, intento subir de nuevo su mano pero yo impedía que lo hiciera apretando más mi agarre, entonces recordé una de esas películas donde les das una patada en las bolas y se quitan por que se quitan, así que no lo pensé más y con fuerza subí mi rodilla propinándole un golpe que hiso que se retorciera y quitara encima mío.