7 meses, 15 días antes de...
Sokjin entraba en la empresa para la cual trabajaba, con un café en la mano, mirando su reloj y con el pulso cardíaco un poco acelerado.
Llegaba algo tarde y tenía que reunirse con su jefe para tocar un tema de suma importancia, según sus palabras exactas. No sabía sobre qué iban a hablar, ni qué era tan importante.
Había hecho todo a la perfección durante siete meses y medio, y sus resultados sobrepasaban el promedio gracias a su fluides y buen léxico.
La mayoría de personas que llegaban a la empresa para poder contratar a un traductor, pedían específicamente qué Sokjin trabajase con ellos, ya que no sólo había conseguido experiencia y reputación, sino que estaba arriba del estándar laboral y por supuesto que también del de belleza y eso llamaba la atención de todos, pues les daba una mejor imagen a las personas para las cuales trabajaba.
En algunas ocasiones, sólo eran personas con demasiada solvencia económica que no necesitaban a un traductor y realmente lo contrataban para intentar convencerlo de casarse con sus hijas, pero a Sokjin no le interesaba en lo más mínimo una vida llena de lujos y dinero si no podía sentir algo por la persona con la que tendría que vivir los siguientes años de su vida.
Sin embargo, la elección de decidir con quién contraer matrimonio, era algo que jamás estuvo en sus manos; él ya tenía una vida planeada qué le tenía el futuro asegurado.
Taehyung tenía exactamente la misma situación, la gente no lo buscaba porque les interesara la traducción, pues en su mayoría, eran mujeres jóvenes las que lo contrataban para que hablaran sobre contratos matrimoniales mientras se deleitaban con la voz de Taehyung hablando francés.
Sin embargo, Taehyung ya había ocupado el corazón de otra persona, y no le interesaba dejar dicho puesto. No todo eran mujeres jóvenes que buscaban matrimonio, también trabajaba específicamente para personas importantes, personas para las cuales sólo él podía trabajar.
Él y nadie más, nadie podía escuchar ni saber nada. Por eso él era otro elemento fundamental para la empresa y personas, sólo él podía tocar, negociar y traducir, a demás de entender temas especiales.
Asi qué sí, Sokjin y Taehyung tenían casi la misma situación para la empresa a la que trabajaban y por eso eran el rostro de esta.
Desde que habían firmado su contrato para trabajar ahí, las acciones no dejaron de elevarse, y por esa misma razón, Sokjin no entendía el porqué su jefe había solicitado su presencia en su oficina con tanta urgencia para tocar temas de extremada importancia.
—¡Sokjin! —grito la voz de taehyung y Jin se dio media vuelta para encontrar a su amigo corriendo a él.
—Tae, —saludo amable, como si su corazón no estuviera a punto de salir por su boca de lo acelerado que estaba— ¿Ya comiste?
—Aún no.
—Es muy tarde para que no hayas comido; y muy temprano para que estés aquí.
—Por dios, son las nueve de la mañana, siempre llego temprano. Vine porque tengo que hablar con el jefe y es importante.
Ambos quedaron frente al ascensor y las puertas se abrieron ante ellos.
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Síndrome de Estocolmo «Namjin»
FanficJeon Sokjin es el hijo de una familia rica. Para seguir con su linaje, decide estudiar idiomas y otra cosa. Sin importar su especialidad, su futuro esta bien asegurado y su vida planeada. Sin embargo, todo se tornará color rojo cuando, sin darse cu...