Learn to Love Again | George Weasley

11. Charlie Weasley, casamentero extraordinario

A pesar de sus reservas, Eloise decidió seguir el consejo de Fleur de visitar a George en la tienda. Honestamente, no creía que George estuviera muy interesado en verla, incluso con el consuelo de su amiga. No ayudó que Fleur no viniera con ella a verlo, dijo que era porque a George no le gustaba tenerla cerca, lo cual, para ser justos, probablemente era cierto. Pero Eloise no creía que George realmente odiara a su cuñada, más bien estaba molesto por su curiosidad y falta de filtro cuando hablaba, algo a lo que Eloise ya estaba más que acostumbrada.

Era alrededor de media mañana cuando Eloise llegó al Callejón Diagon, y aunque sabía exactamente cómo llegar a Wizard Wheezes de los Weasley, no se atrevía a ir directamente allí, sus nervios eran demasiado. En cambio, decidió detenerse en la cafetería que ella y Fleur descubrieron en su última visita.

"¡Bienvenida a Night Owls! ¿Qué puedo ofrecerte?" preguntó la alegre joven bruja mientras Eloise se acercaba al mostrador.

Qué apropiado era para una persona madrugadora enérgica trabajar como barista. Eloise amaba las mañanas, pero de una manera relajada donde podía pasar el tiempo leyendo y tomando té junto a la ventana. No en la forma en que podría saltar de la cama y estar lista para afrontar el día de inmediato.

"Sólo un café con leche, por favor".

"¡Entendido! Serán 8 Sickles. ¿Puedo obtener un nombre para la orden?"

"Eloise". Ella respondió mientras buscaba en su bolso el dinero.

"¿Eloise?" una voz vino desde el final de la barra.

Eloise giró la cabeza al escuchar su nombre y vio a la joven bruja rubia que solo había visto una vez antes de sonreírle, era Verity. Eloise le dedicó una sonrisa amistosa y un breve saludo con la mano antes de pagarle al barista detrás del mostrador. Uniéndose a Verity al final de la barra, lAs dos esperaron a que les prepararan sus bebidas.

"Lo siento, realmente no nos han presentado, así que gritar tu nombre hace un momento fue un poco raro". Verity se rió entre dientes.

"Está bien." Eloise respondió mientras jugueteaba con los pulgares, observando al barista preparar lo que supuso que era la orden de Verity.

"George me tiene haciendo el trabajo duro, haciéndome recoger su café esta mañana. Es casi como si pensara que dirige el lugar". Verity comentó sarcásticamente.

El barista colocó tres tazas de café al final del mostrador y gritó el nombre de Verity, mientras iba a buscarlos se volvió para mirar a Eloise. "Supongo que podría usar magia para llevarlos, pero ¿cuál es la diversión en eso? ¿Quieres ayudarme?".

Eloise no iba a decirle a Verity que ya había planeado pasar por la tienda esa mañana de todos modos. O tal vez ya sabía que ese era el plan y por eso preguntaba.

"Claro." Eloise asintió con una sonrisa.

Las dos brujas esperaron a que Eloise hiciera el pedido y luego comenzaron a caminar de regreso a la tienda. Verity le recordaba un poco a Fleur, ambas ciertamente no tenían miedo de decir lo que tenían en mente. Pero Eloise notó que Verity parecía mucho más amante de la diversión que su amiga, que tendía a ser más seria.

"¿Saliste de compras por algo específico hoy?" Verity preguntó alegremente.

"Oh no, solo quería salir de casa". Eloise mintió.

"¿Te quedas con Bill y Fleur?"

Eloise asintió. "No viviré con ellos para siempre, pero no he decidido si me quedaré aquí o regresaré a Francia".

Eloise no le había mencionado eso a nadie todavía, la idea de volver a Francia. Decirlo en voz alta hizo que pareciera una posibilidad real de que no se quedaría para siempre, en lugar de ser solo un pensamiento casual en el fondo de su mente. Solo había estado viviendo con Bill y Fleur durante poco más de dos meses, y la idea de quedarse en Inglaterra era tentadora, pero no tenía motivos para hacer que la mudanza fuera permanente.