Segundo partido de la jornada, lo jugábamos contra el Betis, a pesar de eso al equipo se le veía bastante decidido para ganar los 3 puntos.
Estábamos dentro del banquillo y yo estaba al lado de Morata, mi cabeza estaba apoyada en su hombro y este estaba acariciando mi muslo, yo solo solo soltaba suspiro de placer.
- ¿Hoy meteras un gol verdad? - Pregunto en susurros mientras él no me dejaba de acariciar el muslo
- Si me ponen de titular, si, intentaré marcar - Me dice apretando mi muslo, yo me mordi el labio inferior y sonreí.
Morata me agarro de la mano y me saco del vestuario para llevarme a la sala de la rueda de prensa.
Yo me comencé a reír y le mire.
- ¿Morata que haces? - Le pregunto y el me mira con deseo.
- Ver tus caras con mis roces han hecho que me ponga demasiado duro, Pablo - Me dice y se muerde el labio inferior mirando mi pantalón - Vas a tener que hacer algo para ayudarme Pablito.
Yo trago saliva y veo como Morata se acerca a mi y me toma de la cintura. Yo me intento apartar al principio de él pero luego dejó de resistirme a sus agarres.
- ¿Me puedes tocar... ? - Pregunta Morata y yo asiento.
Yo dirijo mi mano hacia su entrepierna y la acarició por encima de la tela.
Por lo poco que podía notar era muy grande, eso me gustaba.
¿Que cojones?
Morata se apoyo en mi hombro y yo le acorraló en la pared. Subi y baje mi mano lo más rápido qué pude.
- Pablo - Gimio mi nombre Morata y yo sentí que me ponía duro - Más ra-rápido, porfavor
Yo hice lo que me pidió y cuando él agarro mi miembro solté un gritito, eso me había sorprendido.
- Dios - Dice Morata suspirando - Me encanta tu pene, ojalá chuparlo
Yo suspire porque Morata estaba masajeando mi miembro y yo hice lo mismo que él.
Ambos estabamos masajeando nuestros miembros cuando oímos que llaman a la puerta.
- Mierda... Joder - comienza a maldecir Morata y veo como arregla su cabello con la yema de sus dedos, aunque para mi lo tenía perfecto.
- ¿Morata, Pablo que hacéis? - Oímos que es la voz de Reinildo y nos dejamos de poner nerviosos.
- Que no podíamos salir - Dijo Morata y yo tapó mi boca para no reirme.
- Claro, claro
- Que si coño - Dijo Morata y yo carraspee mi garganta, se había olvidado de mi, que bien - Ven, vamos
Morata me agarra de la mano y salimos de la sala de la rueda de prensa.
Yo no era titular hoy en el 11 sin embargo había un cambio del otro 11 del día anterior: delanteros; João y Antoine, centrocampistas; De Paul, Koke y Llorente, defensas; Javi Galán, Hermoso, Giménez, Savic y Nahuel Molina.
Saber que Morata hoy no era titular me puso un poco sin palabras.
Había empezado ya el partido y yo no quitaba ojo de nuestros jugadores. La presión del Betis aumentaba cada vez que hacíamos un pase o nos dirigiamos a la portería contraria.
Yo estaba pendiente de una gran jugada que había hecho Antoine para João cuando siento una mano que sube desde mi muslo hacia mi entrepierna.
- Morata - Gimo echando mi cabeza hacia atrás mientras relamia mis labios.
- Sigue así y te follare bien duro - Me dice en el oído y yo trago saliva.
Yo estaba al final de los banquillos del atleti sentado, Morata estaba a mi izquierda. Note que dejaba de acariciar mi intimidad y suspire aliviado.
Yo me enfocó de nuevo en el juego y puedo ver cómo en un mano a mano con el portero João levanta el balón del suelo, el portero intenta pararlo pero la pelota hace un efecto y se mete en la portería por la escuadra.
Minuto 39' Gol de João Félix.
El banquillo estallo de alegría y nos abrazamos unos con otros. Yo no me lo espere y Morata me atrapó entre sus brazos y depósito un beso en mi cabeza. Yo lami un poco su cuello y me separe rápidamente.
¿Que cojones haces Pablo?
El primer tiempo acabo y todos nos fuimos dentro de los vestuarios. Yo me senté en el suelo frío y no me di cuenta pero alguien me dio una colleja.
Correa.
Yo le mire y él me sonrió.
- ¿Esta fresquito el suelo verdad Pablo? - Me pregunta y puedo oir su acento argentino.
- Claro
- Creo que podrias enfriar muchas cosas de alguno del equipo Pablo - Me dice, pero cuando iba a responder me di cuenta de que los compañeros iban de nuevo al campo.
En el segundo tiempo fue igual sin ningún cambio hasta el minuto 78 que nos sacan a mi y a Morata por João y Koke.
En una que me vino el balón de una pase de Galán para despejarlo le di un taconazo y no me di cuenta pero cuando gire vi a Morata corriendo hacia la porteria, se burla a 2 defensas y tira a un lado de la porteria del Betis.
Minuto 82' gol de Morata.
Él hizo una cosa que me prometió pero no sabía que en verdad lo iba a cumplir. Cuando marco el gol salió corriendo con Antoine detrás de él y me señalo, después hizo un corazón con sus manos. Finalmente se detuvo y abrazo a Griezmann y a Llorente que se acercaron corriendo.
El partido finalizó y todos nos abrazamos entre nosotros. Nos poníamos a 6 puntos, el Madrid había perdido el partido de ayer contra el Almería. Las Palmas había empatado el partido con 1-1, se ponía delante del Madrid y detrás de nosotros.
Cuando salimos del estadio y nos subimos al bus, yo me senté atrás del todo, necesitaba pensar cosas. Me fijé y en los asientos de al lado no había nadie sentado y en los de atrás tampoco. Yo me puse mis cascos y me puse a oír música. Quedaba un buen camino de salir de Sevilla para ir a Madrid.
Yo no note que una persona en especial se sentaba a mi lado, me fijé cuando tenía sus labios lamiendo y mordiendo mi cuello.
- Morata... - Susurre con los ojos cerrados y disfrutando de sus lamidas en esa zona sensible de mi piel.
Yo note como bajaba sus besos hasta debajo de mi barbilla, yo me moví en mi asiento y solté un grito cuando note que Morata succionaba ahí abajo.
Yo abri un poco mis ojos y le mire, sus ojos brillaban demasiado.
- ¿T-Te gusta? - Me pregunta nervioso mirando mis labios, yo sonreí.
Me gustas tú.
- Si, no pares, por favor - Le digo y veo como sonrie y asiente.
El continua su ataque en mi cuello y yo me deje llevar por esa acción.
Yo cuando no siento más sus besos en mi cuello, me levanto de golpe y veo que ya hemos llegado a Madrid. Me bajo de mi asiento, me cuelgo mi mochila en la espalda y sali del autobús y me dirigi al aparcamiento de coches, después conduci hasta mi casa.
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