Tiroteo (4)

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Pablo Barrios

Ese día lo pase entero con Morata. Disfrute mucho con él, pero cuando me tuve que ir, no quise hacerlo, me quería quedar más con él.

— Morata quiero quedarme más contigo - Le digo y él me da una sonrisa cálida, pone su pulgar en mi barbilla y hace que le mire a los ojos.

— Yo también quiero que te quedes aquí conmigo - Me dice y yo sonrió.

— Entonces dejame quedarme - Le digo y él pone los ojos en blanco.

— Te dejo, te dejo - Me dice acariciando mi mejilla.

Ambos nos volvimos a tumbar en el sofá pero esta vez yo estaba arriba de Morata con mi cara en su pecho.

— ¿Sabes Pablo? Estos momentos son de mis favoritos — Me dice y yo sonrió.

— ¿Ah, si? ¿Porque? — Le preguntó con Picardía en mi voz y él se muerde el labio.

— Porque estoy contigo, y esto es increíble — Me dice y yo sonrió tontamente por sus palabras.

Él bajo sus manos a mi cintura y las dejó ahí un rato mientras las apretaba.

— No hagas eso — Le dije mientras gruñia

— ¿Y porque?

— Porque no quiero — Le dije arrepintiendome en cuanto acabe de decirlo

— Disculpa

Yo no le respondi, simplemente, lleve sus manos a mi trasero y comencé a moverme contra él.

— Pablo — Gruñe Morata y yo sonrió

Yo necesitaba que el contacto fuera directo, baje mis manos por su cintura hasta sus pantalones y se los quite dejándole en calzoncillos.

— Pablo, no, ni se te ocurra — Me dice Morata y yo le sonrió pícaramente

Yo me comienzo a mover contra él y en menos de 10 minutos ya tenía un bulto en sus calzoncillos. Él me miro con cara de pocos amigos y yo le saque la lengua

— Serás... — Me dice él mientras pongo denuevo mi cabeza en su pecho

Yo llevo mi mano hasta su bulto y lo agarro, tocó su punta con mi pulgar y veo como Morata echa su cabeza hacia atrás y desvía su mirada

— Dios mío... — Digo viendo como el bulto crecía cada vez más

— Pablo... Para por favor, voy a explotar...

— Shh, ahora me toca joderte a mi...

Yo baje sus calzoncillos y vi su gran miembro. Yo sonreí y me mordi el labio inferior.
Agarre de nuevo su miembro y lo comencé a masturbar.

Arriba, abajo, arriba, abajo.

Sentí que mi entrada se comenzaba a humedecer solo por esto y yo me comencé a sentir incómodo con mis pantalones.

Me mordi el labio inferior nervioso y vi como Morata agarraba mi brazo fuertemente.

— Sigue...

Yo gemi al ver el rostro de Morata y él unió nuestros labios en un beso salvaje.

Me quite los pantalones rápidamente, y uni de nuevo nuestras bocas. Me posicione encima de la entrepierna de Morata y roce mi trasero con su amigo.

Vi como mi miembro se iba despertando poco a poco y sonreí. Él llevo sus manos a mis caderas y me quito los calzoncillos y se puso rojo.

— Así te ves mucho mejor, amor — Me dice y yo sonrió acomodando mi pelo — Pablo ponte a 4

— ¿Qué? — Le mire confundido y él asintió.

Yo me gire e hice lo que me pidió, de un momento a otro sentí un peso encima de mi y me comencé a asustar.

— ¡No! — Le dije mirandole de reojo y vi como fruncia el ceño.

— Pablo, no te voy a hacer el amor por más ganas que tenga, se que no quieres y que te da miedo pero no voy a hacertelo hasta que estés listo

Yo sonreí y asenti, vi que me enseñaba 3 dedos y yo me puse rojo y negué

— Eso es como hacerme el amor, Morata

— No, porque no te lleno con mi semen — Me dice y yo le doy una patada en su muslo y él pega un grito de dolor — Chupalos, prometo que te gustara

— ¿Y si no quiero? — Le preguntó riéndome

— Pues te quedaras con las ganas

— Mejor — Le digo y ambos reimos

— ¿Aún no estas listo, verdad?

— No, perdona

Morata se quitó de encima mia y yo me puse mis calzoncillos y después mis pantalones, él se subió sus calzoncillos y se puso los pantalones.

— ¿Que? — Le miro confundido y él niega

—No sabía que existian calzoncillos rosas con dibujos— Me dice y yo le doy un puñetazo en el pecho

—Se supone que nadie los iba a ver— Murmure avergonzado y él rio

—Pues yo los e visto y casi los tocó— Me dice y yo le vuelvo a pegar

—Cállate— Le dije mientras miraba en mi móvil la hora y me ponía de pie. — Ya es muy tarde, debería irme

—Mm... Esta bien..— Me dijo y yo asenti

— Adiós Morata

— Adiós Pablo... Ten cuidado...

Yo asiento y me dirijo a la puerta, cuando la iba a abrir siento que Morata me agarra del brazo y me gira, yo me estrelló contra su pecho, cuando alzó mi vista no me da tiempo a reaccionar porque él estampa sus labios contra los míos

Yo asiento y me dirijo a la puerta, cuando la iba a abrir siento que Morata me agarra del brazo y me gira, yo me estrelló contra su pecho, cuando alzó mi vista no me da tiempo a reaccionar porque él estampa sus labios contra los míos

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