CAP. 2

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Ya era de día y todo parecía ir normal.

Sarah, madre de Shadow, dejo el desayuno de su hijo en la mesa, mientras se levantaba y se disponía a lavar unos trastes.

Justo allí apareció Shadow, quien tenía un parche en la frente y cojeaba. Sarah simplemente lo miró y siguió lavando.

Shadow como pudo se acercó a la mesa y sentó como pudo.

Shadow: Mamá, aun me duele la pierna, ¿aún podría quedarme en casa? -dijo mientras procedía a desayunar-

Sarah: ¿Porque no mejor ves a tu padre? -menciono para ver directamente a su hijo-

Shadow: No -respondío frío y firme- No quiero estar con él. No quiero verlo.

Sarah: No deben hacer esto todo el tiempo. Necesitas a tu padre.

Shadow: No lo necesito mamá, estoy bien. -dijo para así seguir desayunando-

Sarah: Bien, pero iras a misa conmigo. -dijo así para dirigirse a otro lado-

Shadow: ¡Mamá! -soltó un puchero-

Sarah: No quiero escuchar más.

Shadow se encontraba algo fastidiado. Muy aparte de que tenía la pierna adolorida, tenía que lidiar con la misa.

[...]

Shadow y su madre ya se encontraban en la misa, justo el reverendo empezó a hablar sobre el tema de Roockie.

Zokar: Demos gracias a Dios, de que un joven logro salvarse hoy, y oremos por aquellos involucrados que están lejos del camino de Dios.

Los amigos de Shadow quienes se encontraban allí, intercambiaron miradas sabiendo que ellos eran los "involucrados" en que Roockie se tirara al estanque.

Justo allí empezó la música de oración.

El coro se levantó y empezaron a cantar. Shadow se empezó a sentir incómodo, cuando miró al coro cruzó mirada con Sonic, el hijo del reverendo. El simplemente volteó su mirada evitando verlo. Fue allí donde empezó el solo de Sonic, demostrando su hermosa voz. Shadow volvió a mirarlo y está vez no apartaba su mirada, aunque la tenía algo seria y fría.

Shadow no podía dejar de mirar atentamente a Sonic mientras cantaba.

Por su parte Maria, quien se encontraba allí, noto aquello que hacía Shadow, volteó su mirada y miró de pies a cabeza a Sonic con cierto desprecio. Era claro que estaba celosa.

[...]

Ya era día de escuela, todos los estudiantes del pueblo se reunían, charlaban y hacían cualquier cosa que haría un joven de su edad.

Las porristas hacían su acrobacias y los otros jóvenes iban a sus clases.

Justo en la entrada de la escuela, estaba reunida toda la pandilla de Shadow. Empezaron a preguntarle por su bienestar.

Knuckles: ¿Como te encuentras?

Shadow: Estoy bien.

Maria: No puedo creer que estuviste en la cárcel.

Jet: ¿Qué les dijiste a los policías?

UN PASEO PARA RECORDAR •SONADOW•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora