Capítulo 46

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ʜᴇʟʟᴏ, ᴀɴᴛᴇs ᴅᴇ ᴇᴍᴘᴇᴢᴀʀ, ǫᴜɪᴇʀᴏ ᴅᴇᴄɪʀʟᴇs: ᴍᴜᴄʜᴀs ɢʀᴀᴄɪᴀs ᴘᴏʀ ʟᴇᴇʀ ʏ, ᴛᴀᴍʙɪᴇ́ɴ, ᴘᴀʀᴀ ᴅᴇᴄɪʀʟᴇs ǫᴜᴇ ᴇsᴛᴀʙᴀ ʙᴀᴛᴀʟʟᴀɴᴅᴏ ᴘᴀʀᴀ ʀᴇᴄᴜᴘᴇʀᴀʀ ᴍɪ ᴄᴜᴇɴᴛᴀ ᴅᴇ ᴡᴀᴛᴛᴘᴀᴅ ,ᴛᴇɴɪ́ᴀ ᴠᴀʀɪᴏs ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏs ᴇsᴄʀɪᴛᴏs ,ʏ ᴇ́sᴛᴇ ɴᴏ sᴇ sɪ ʏᴀ ʟᴏ ʜᴀʏᴀ ᴘᴜʙʟɪᴄᴀᴅᴏ ᴀɴᴛᴇs ,ᴀsɪ́ ǫᴜᴇ ,ᴘᴏʀ sɪ ʟᴀs ᴅᴜᴅᴀs, ᴍᴀɴ̃ᴀɴᴀ sɪ ᴛᴇɴɢᴏ ᴇʟ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ʟᴇs sᴜʙɪʀᴇ́ ᴏᴛʀᴏ capíᴛᴜʟᴏ... ɢʀᴀᴄɪᴀs ᴘᴏʀ ᴄᴏᴍᴘʀᴇɴᴅᴇʀ.

ᴀʜᴏʀᴀ sɪ, ᴇᴍᴘᴇᴄᴇᴍᴏs.

Con mis hombros encorvados y mientras sollozos escaparon de mi garganta caminaba por las escaleras.

No tenía ni idea de lo que me depararía el futuro y si Simon estaría en él.

Lo que sí sabía a ciencia cierta era que necesitaba a Laura.

Mi cabeza giraba con la perspectiva de decirle que Simon y yo nos habíamos casado en Aspen.

En ese momento no tenía ni idea de si me gustaría decirle.

No había visto a Salsero transportar el porta trajes blanco del coche, así que no creo que él lo había traído, lo cual significaba que Laura no tendría un indicio de cuál era el secreto más monumental de mi vida.

Me acerqué a la puerta de nuestro apartamento y me detuve.

Miré el anillo brillante en el dedo y ahogué las lágrimas en mi garganta.

Lo deslicé fuera de mi dedo y lo escondí en el bolsillo de mis jeans.

Me dolía el corazón al tomar el anillo, pero no sabía si tenía la fuerza emocional para ahondar en eso con Laura.

Entré en el apartamento y encontré las pocas bolsas que yo había llevado conmigo junto a la puerta.

El apartamento estaba en silencio mientras miraba alrededor en busca de Laura.

Caminé por el pasillo hacia su dormitorio, asomé la cabeza por la puerta y la encontré recostada en su cama con un libro.

¡Hey!, ¿Cómo estuvo Aspen?— Saltó de la cama y me abrazó con fuerza.

Estuvo bien— chillé.

—Dios, ¿qué pasó, Delly?, ¿Estás
bien?— Ella se apartó de mí y me sostuvo en los hombros.

Negué con la cabeza.

Dime.— Me sentó en el borde de la cama y me abrazó con fuerza, acariciando mi cabeza mientras pasaba los dedos por mi pelo con dulzura.

Los sollozos sacudían mi cuerpo por un largo rato. Aspiré el perfume favorito de Laura y me siento como en casa con ella.

Simon había sido un interludio temporal.

Laura era mi casa, siempre había sido mi familia y eso jamás iba a cambiar.

Debería haber sabido que Simon me haría necesitarlo y luego pisotearía todo mi corazón.

Había sido una tontería pensar que
había cambiado por mí.

Cuando le dije que sí, tal vez quedé
encantada al pensar que me necesitaba, y yo seguramente no había pensado seriamente casarme con un hombre que había conocido sólo por un mes.

Yo peleaba conmigo misma, si debería decirle que ahora era una mujer casada.

Finalmente me aparté y me limpié las lágrimas que picaban en mi cara.

𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒏𝒅 𝑴𝒆 𝑭𝒐𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora