Capítulo 01.

6K 452 68
                                    

TODO PARECÍA tan ajeno. Muy lejano a la realidad. Como si se encontrase dentro de sus más absurdos sueños.

Resignado, con un suspiro cansado y sintiéndose ansioso, introdujo la llave en el cerrojo y la puerta se abrió dándole paso a su nuevo hogar. Lugar que aún no se sentía como tal.

Estaba prácticamente vacío, ni un cuadro decoraba el pasillo. Cillian no se preocupó al respecto, pensaba en amueblar su departamento poco a poco, no tenía apuro. Por los momentos estaría bien con sus pertenecías de uso básico.

En las últimas semanas había procurado comprar las cosas más primordiales, como la lavadora, refrigerador, cama, etcétera. Y, cuando el departamento ya estuvo mínimamente apto para ser habitado, partió del lugar que alguna vez fue su hogar junto a su ex esposa e hijos.

No podía negar que era doloroso, era sumamente doloroso.

Las cosas simplemente no venían funcionando, y él junto a Yvonne decidieron lo que parecía mejor. El hombre pensó que lo más adecuado sería que él se fuera y eligiera un nuevo lugar para vivir, y así no agregar más tensión a la situación, sobre todo por el bien y la salud de sus hijos.

Cillian finalmente decidió por irse a un lugar sencillo, alejado de despampanantes lujos y sobre todo de los medios de comunicación. Encontró un bonito departamento en un edificio ubicado lejos de las grandes aglomeraciones de Dublín.

Ni siquiera se preocupó en hacer cajas con sus cosas y pedir un camión de mudanzas que trasladara sus pertenencias a su nuevo condominio. Cillian quería pasar lo más desapercibido posible. No quería lidiar con paparazzis, fans y reportaremos preguntándole por qué se había separado de su esposa. Él había mantenido su vida sumamente privada desde el comienzo y así seguiría.

Así que allí estaba, con una maleta y una nueva vida por delante. En la cual, aunque le costará admitirlo, le daba miedo.

Hace tantos años que vivía con Yvonne. Y, luego de Yvonne, llegaron sus hijos. Así que siempre había alguien por ahí.

Sería muy difícil estar solo ahora.

Entró al departamento y dejó las llaves en la isla de la cocina. Se sentía agotado, tan solo tenía ganas de estar con sus hijos un rato más, pero sabía que ahora su realidad era quedar en acuerdo con su ex esposa para ir a visitarlos.

Se dirigió a su nueva habitación y allí dejó el equipaje, luego ordenaría todo en el closet. Después de eso fue hacia el refrigerador para tomar un vaso con agua, y al abrir este se dió cuenta que...

—Tengo que hacer la compra.

[...]

Abrió la puerta suspirando de cansancio, había sido una mañana muy larga.

Al entrar al departamento, Angelina se encontró con su compañera de piso, Chloe, quien se encontraba acostada en el mueble viendo la televisión a gusto.

—¿Ya comiste? —preguntó Angelina queriendo saber si había almorzado y si de causalidad había dejado algo para ella.

La nombrada negó con la cabeza— No supe que hacer, la despensa está casi vacía.

La pelinegra rodó los ojos y se cruzó de brazos— ¿Y no pudiste salir a comprar algo? —preguntó incrédula.

—Es que me dió flojera —dijo en un bostezo perezoso, mientras estiraba sus brazos como si se acabase de despertar.

—Bien —Angelina sacó su billetera de la mochila y tomó sus llaves de nuevo—. Iré yo a hacer la compra, pero tú cocinas.

REAL MEN. cillian murphyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora