Réquiem de la araña |PunkFlower|

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Disclaimer: los personajes de Across the Spider-Verse no me pertenecen, son propiedad de Marvel Comics y Sony Pictures Animation.

Advertencia: muerte de personaje, lenguaje vulgar, depresión, temas sensibles. ¿Lime?

Nota de autor: Gracias por el apoyo que le están dando a la historia. Prometo que poco a poco escalará el romance, pero Hobie podría no aparecer en todos los capítulos.

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Réquiem de la araña.
Tres.

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«Polarize» - Twenty one pilots.

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Sintiendo cada paso como un esfuerzo sobrehumano, abrió la puerta de su habitación y cerró con cuidado, tratando de no hacer ruido. Su madre estaba en la cocina preparando el almuerzo ajena a su regreso. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que ella notara su presencia, como si tuviera un sexto sentido para detectar su presencia.

Desde la cocina, alzó la mirada y se detuvo en seco al ver a su hijo. Sus ojos se encontraron, y aunque intentó disimular su malestar, ella pudo leer la angustia y el dolor en su expresión. Sabía que algo no estaba bien.

— Miles, ¿eres tú? —preguntó su madre con una mezcla de preocupación y sorpresa en su voz.

Asintió, intentando forzar una sonrisa. Sin embargo, Rio conocía demasiado bien a su hijo como para dejarse engañar fácilmente. Dejó lo que estaba haciendo y se acercó rápidamente a él.

— ¿Qué te sucedió, Miles? —inquirió, colocando una mano preocupada sobre su brazo.

Soltó un quejido de dolor, sintiendo la incomodidad de la bala alojada en su hombro. Miró a su madre a los ojos, tratando de transmitirle seguridad.

— No te preocupes, má. Solo es un contratiempo menor. Estoy bien. Pero necesito tu ayuda para sacar la bala —dijo con voz entrecortada.

Su madre frunció el ceño, claramente preocupada por la situación.

— ¿La bala? ¿Es la primera vez que te hieren? —preguntó su madre con una mezcla de miedo y angustia en sus ojos.

Bajó la mirada por un momento, sintiendo la necesidad de proteger a su madre de la verdad. Sin embargo, sabía que la honestidad era esencial en ese momento.

— No, mamá. No es la primera vez. Pero te prometo que será la última. No quiero preocuparte más —respondió, apretando los dientes ante el dolor que se agudizaba.

El rostro de su madre reflejaba una mezcla de tristeza y preocupación. Ella deseaba poder proteger a su hijo de cualquier daño, pero ¿cómo proteges a un superhéroe?

En ese momento, sintió una punzada de dolor intenso y su rostro se contorsionó. Su madre, al notar su expresión de tormento, no dudó ni un segundo.

— Ven, Miles. Vamos al sofá. Te ayudaré a sacar esa bala.

Su madre buscó el botiquin en el baño, y tras colocarse unos guantes tomó con cuidado unas pinzas y comenzó a extraer la bala con delicadeza. Cada movimiento era acompañado por palabras de aliento y amor. Apretó los dientes y contuvo el aliento, sintiendo una mezcla de dolor físico y alivio emocional al ver cómo su madre cuidaba de él con tanto cariño.