Réquiem de la araña |PunkFlower|

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Disclaimer: los personajes de Across the Spider-Verse no me pertenecen, son propiedad de Marvel Comics y Sony Pictures Animation.

Advertencia: muerte de personaje, lenguaje vulgar, depresión, temas sensibles. ¿Lime?

Nota de autor: estamos tan cercaaa.

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Réquiem de la araña.
Ocho.

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«Falling in love feels like » — Jvke.

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La penumbra envolvía la habitación, creando un ambiente íntimo y acogedor mientras se encontraban sentados en la cama, frente a frente. Habían pasado la noche hablando de trivialidades, riendo y compartiendo historias, pero ahora, en el silencio, mientras el cielo comenzaba a esclarecerse, sentía que su corazón latía más rápido que nunca.

— Gracias por estar aquí conmigo, Miles. Hoy ha sido un día difícil y tú has hecho que sea más llevadero —Hobie acarició su rostro con suavidad, observándolo con calidez a los ojos.

— Lo hago porque... me importas, Hobie. Quiero estar aquí para ti, siempre.

El contacto de los dedos de Hobie en su rostro enviaba oleadas de emociones a través de él. Se sentía ansioso, su estómago era un manojo de nervios, y su mente estaba llena de pensamientos que no podía expresar adecuadamente.

— Eres increíble, Miles. Me haces sentir especial de una manera que nadie más lo ha hecho.

— Hobie... yo también... Me siento especial contigo. Es como si... como si pudieras ver a través de mí —sus orejas ardían fuertemente, estaba agradecido que en aquella penumbra, su amigo no pudiera ver su rostro ruborizado—... como si realmente me entendieras.

Hubo un silencio que le pareció eterno, el punk parecía querer decirle algo, pero cada vez que abría la boca volvía a cerrarla, dudando. Hasta que finalmente, se armó de valor. 

— Quiero ser honesto contigo sobre algo —las caricias cesaron, pero su mano permaneció sobre su rostro.

— ¿Qué es, Hobie? —cuestionó dubitativo.

— Quiero besarte, Miles. Es algo que he querido hacer desde hace tiempo.

Su corazón dio un vuelco en su pecho. Las palabras de Hobie dejaron al descubierto lo que él mismo había estado sintiendo, pero no se atrevía a admitir.

— Yo... también quiero... quiero —las palabras sonaron temblorosas, nunca se había visto en una situación como aquella. Su primer beso había sido a sus once años en un juego de la botella con una niña llamada Kate.

Hobie se acercó lentamente, sus miradas aún fijas una en la otra, transmitiendo una conexión profunda y una comprensión mutua.

— ¿Estás seguro, Miles?

Asintió con determinación, dejando que sus sentimientos fluyeran sin miedo.

— Sí, Hobie. Estoy seguro.

Sin más palabras, Hobie se inclinó hacia él y sus labios se encontraron en un beso suave y tierno. Sintió cómo el mundo desaparecía a su alrededor, quedando solo él y Hobie, envueltos en la intimidad de aquel beso. Era como si todo finalmente encajara, como si hubieran estado destinados a encontrarse de esta manera.