Réquiem de la araña |PunkFlower|

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Disclaimer: los personajes de Across the Spider-Verse no me pertenecen, son propiedad de Marvel Comics y Sony Pictures Animation.

Advertencia: muerte de personaje, lenguaje vulgar, depresión, temas sensibles. ¿Lime?

Nota de autor: Aún estoy intentando decidir si incluir o no la escena lime, ustedes díganme.

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Réquiem de la araña.
Siete.

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«Monster» — Shawn Mendes & Justin Bieber.

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Los días siguientes transcurrieron con una aparente normalidad en su vida. El dolor en su hombro empeoraba cada vez más, trataba de mantener una fachada de fortaleza ante su madre y Ganke, ignorando las noticias y los mensajes que lo bombardeaban con preguntas sobre el paradero de Spider-Man.

Se mantuvo alejado de cualquier situación que pudiera involucrar su alter ego, concentrándose en su rutina diaria.

El viernes, decidido a desconectar y distraerse un poco, visitó la cancha de baloncesto donde solía jugar con sus antiguos amigos del barrio. Recordó momentos felices mientras veía a otros jóvenes jugar, pero el dolor en su hombro le impedía unirse a ellos. A pesar de la nostalgia, sabía que su cuerpo necesitaba descanso y evitó forzarlo.

El sábado llegó y, con las palabras de Miguel resonando en su mente, se sentía cada vez más inquieto. Quería recuperar su identidad como Spider-Man, pero también temía que su salud y sus emociones fueran más frágiles de lo que pensaba. Que ello implicara perder a alguien más o a sí mismo.

Esa mañana, mientras acompañaba a su madre al supermercado, se encontró con una escena que parecía burlarse de su situación. Una mujer asiática tocaba desafinadamente un viejo violonchelo y cantaba una versión incoherente de la famosa canción de Spider-Man. "Hombre araña, ¿dónde estás, hombre araña?" repetía mientras algunas personas se reían y otras la ignoraban.

Se sintió incómodo y avergonzado, como si el universo se estuviera burlando de su dilema. Sin embargo, intentó mantener la calma y no dejar que las palabras de Miguel lo afectaran.

Caminaban juntos por los pasillos del supermercado, aunque ambos intentaban aparentar normalidad, no podían ignorar la ausencia de Spider-Man en las noticias y en las conversaciones de la gente a su alrededor. Rio miró a su hijo con una mezcla de preocupación y curiosidad, y finalmente decidió romper el silencio.

— ¿Has notado cómo todos parecen ansiosos de que vuelva Spider-Man? —cuestionó la mujer con calma, tomando unas latas de tomate mientras él, recostado perezosamente sobre la manija del carrito, lo empujaba cada vez que ella avanzaba.

— Sí, he notado eso —murmuró en voz queda, esquivando su mirada.

— Es curioso, ¿verdad? Como si fuera alguien cercano, alguien importante para todos... —continuó ella, colocando el carro de forma distraída unos paquetes con pasta.