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Disclaimer: los personajes de Across the Spider-Verse no me pertenecen, son propiedad de Marvel Comics y Sony Pictures Animation.

Advertencia: muerte de personaje, lenguaje vulgar, depresión, temas sensibles. ¿Lime?

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Réquiem de la araña.
Dos.

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«All for Us» — Labrinth.

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Los siguientes tres días no fueron mejores. Las pesadillas persistieron angustiantemente, y a pesar de que el dolor seguía allí, se vió obligado a seguir con su rutina en esa fría mañana de lunes. No se sintió capaz de presentarse a la primera clase, no deseaba encontrarse con las miradas de lástima de sus compañeros. Decidió refugiarse en su habitación, tratando de encontrar un momento de paz.

Para su sorpresa, al entrar en la habitación que compartía con Ganke, lo encontró aún dormido. Su roomie estaba tumbado en su cama, con el cabello revuelto y una expresión tranquila en su rostro. Parecía haberse quedado dormido.

Una risa involuntaria escapó de sus labios al ver el hilo de saliva que colgaba de su mentón y al oír el impasible sonido de sus ronquidos resonar en el cuarto.

Con cuidado de no hacer ruido, se sentó en su escritorio, dejando su mochila de lado. Observó fugazmente a Ganke mientras dormía, pensó en la amistad que habían construido a lo largo de esos meses, en las risas compartidas, en los momentos de complicidad.

Decidió no perturbar el sueño de su amigo. En cambio, sacó su cuaderno de bocetos y comenzó a dibujar en silencio. A medida que su lápiz se deslizaba por el papel, sus pensamientos se desvanecieron y encontró un momento de calma. Los trazos de su lápiz daban vida a su imaginación, creando formas y figuras que expresaban sus emociones y su dolor.

A medida que los minutos pasaban, Ganke finalmente comenzó a despertar, frotándose los ojos y estirándose perezosamente. Al verlo dibujando, su rostro se iluminó con una sonrisa.

— Hey, Miles —su voz sonó apaciguada por el sueño, casi rasposa. Emitió un simple "Mnh", dando a entender que lo estaba escuchando—. ¿Cómo estás?

Levantó la vista de su cuaderno, sorprendido por la pregunta. No sabía cómo responder, cómo poner en palabras todo lo que estaba sintiendo.

— No muy bien, la verdad. Estos días han sido difíciles.

Ganke asintió comprensivamente y se sentó en el borde de su cama, mirándolo con empatía.

— Lo sé. No puedo imaginar lo que estás pasando, pero quiero que sepas que estoy aquí para ti. Si necesitas hablar o simplemente quieres que esté a tu lado, solo dímelo.

La sinceridad en las palabras de Ganke llenaron su corazón de gratitud y consuelo. Sabía que no estaba solo en su dolor, que tenía a alguien en quien apoyarse en esos momentos oscuros.

— Gracias, Ganke. Significa mucho para mí.

La habitación quedó envuelta en un cómodo silencio mientras los dos amigos compartían un momento de apoyo mutuo.

Réquiem de la araña |PunkFlower|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora