Capitulo 007

117 11 1
                                    

La mañana ya había llegado, un bello amanecer iba haciéndose notar por el gran ventanal de la habitación, la misma en la que había estado inconsciente. No logro recordar cómo es que desperté aquí, si lo último que ví fue a esos tres hombres torturando y finalmente quitándole la vida a un hombre más.

Pude notar que no traía la ropa con la que llegue a este lugar, sino más bien traía una ropa de dormir que era perfectamente de mi talla, quise levantarme a mirar por el ventanal cuando la puerta del baño se abrió dejando ver al hombre que me había abofeteado la noche anterior.

-Lamento mucho que hayas tenido que presenciar la escena de anoche, no tuviste que salir corriendo- dijo el hombre secándose el cabello con una toalla tomando una posición dominante frente a la cama

-Debes saber que él merecía lo que le pasó, me había provocado muchos problemas últimamente además había robado y engaño a su familia

Yo solo me cubrí con la manta de la cama y decidí ignorar ese comentario, pues matar a las personas aún que lo merezcan no es lo correcto

-Quiero irme- lo mire fijamente esperando su respuesta

-No irás a ningún lado muñeca, ahora me perteneces- dijo burlándose

-Nadie puede poseerme, no soy un objeto o un juguete y mucho menos te pertenezco- bufé enojada y me levanté de la cama para enfrentarlo

El solo soltó una risa por debajo y se acercó a mi tomando mi cintura apretándome hacia él, sus trenzas caían sobre mi rostro y yo solo podía sentir ese calor que emanaba su cuerpo al estar desnudo sobre mi.

-Lo sé, voy a dejar que te enamores de mí- hablo pasando su lengua por su labio moviendo el piercing que se encontraba en él.

-¿Y si no quiero que? ¿Me vas a matar como al otro sujeto?-

-No a ti no, si no secedes por las buenas lo harás por las malas- dijo tomándome del cuello para aventarme sobre la cama, el se poso encima de mi, comenzó a tocar mi mejilla delicadamente bajando hasta mi pecho para apretarlo suavemente y deslizar su mano sobre mi abdomen.

No sabía lo que estaba sintiendo en ese momento, jamás había sido tocada de esa forma, pero que lo hiciera un extraño era aún más excitante pero escalofriante a la vez.

-Suéltame- dije muy por debajo moviendo mi cabeza para evitar que su rostro estuviera a centímetros del mío, podía sentir su respiración. Nuestras respiraciones eran agitadas, mi piel se había erizado, podía oler su perfume carísimo encima de mi, quería besarlo pero también quería golpearlo e irme corriendo pero sabía que no podría

-No haré nada sin tu permiso, pero ahora vivirás bajo mis reglas, no te voy atar, pero no me provoques no estoy acostumbrado a tolerar la desobediencia-

-¿Quién eres? Creo que es lo mínimo que puedes decirme si es que ahora soy de tu propiedad, ¿o no?

El hombre se quitó de la cama para caminar hasta la puerta

-Deberías vestirte, iremos a comprar algunas cosas antes de irnos a Alemania, mis hombres trajeron tus cosas del hotel, están abajo pediré que las suban-

-¿De que hablas? ¿Irnos? Yo no puedo irme así nada más, estás loco- fruncí el ceño

-Es una orden muñeca y más vale que me obedezcas no quiero ser rudo contigo-

Me levanté de la cama, tomé una almohada y se la avente en la cara

-No soy un maldito objeto con el que puedes transferirlo de un lugar a otro nada mas porque si, si crees que así me voy a enamorar de ti pierdes tu tiempo-

-si me vuelves a pegar...lo interrumpí

-¿Me vas a abofetear? Dijiste que no me harías nada

El hombre pareció molestarse por mi comentario, pero era necesario que supiera que no soy tan fácil y no tendrá oportunidad conmigo y la única opción que tendrá es dejarme ir

-Solo vístete, Bill vendrá por ti en dos horas ¿Entendido?, Soy Tom- salió de la habitación azotando la puerta

No sabía qué era lo que estaba sintiendo en ese instante, el hombre me provocaba cosas en el estómago, pero el hecho de ser de su propiedad me enoja, si bien tengo que buscar la manera de irme de aquí, Laura debe de estar preocupada por mi y el estúpido de Matías debe seguir revolcándose con Beck mientras yo estoy aquí encerrada.

¿Pero porque me quiere a mi?, ¿Porque Bill lo ayuda?, ¿Debo aceptar y quedarme sin reproches?

No pasó mucho tiempo cuando dos hombres llegaron a la habitación con mis cosas, ¿Pero como fue que lograron entrar ahí sin problemas?

-Sus cosas señorita- dijo uno de ellos

-Debe saber que dejamos una nota a su prometido, no debe preocuparse por el- habló el otro chico

No pude decir nada más pues tan rápido como llegaron se retiraron, no hice otra cosa más que buscar que ponerme y aunque no quisiera tenía que seguir las órdenes de el tipo ese, quizá esa sería mi oportunidad de irme.

________________

¿Les esta gustando la historia?, me gustaria muchisimo que me comentaran su opinión ¿siii?  

Hasta el siguiente cap amistades  :)

ULTRAVIOLENCE- Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora