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Rosa Lila
Se termina el séptimo año y el colegio ofrece a los estudiantes tomar clases para los que quieran ser profesores. Sea la materia que sea.
—¡Dray!, ¿qué hacés?.— Pregunto Harry confundido al entrar a la habitación y encontró al rubio empacando sus cosas.
—Harry yo me voy, no me quedaré. El azabache se confundió aún más y se sentó en la cama del rubio. —Y tú no querías ser profesor de Pociones?. Draco asintió. —Si quiero Hazz, pero yo también quiero estudiar medicina y está conectado junto con Pociones. Me iré y regresaré para terminar todo.
Harry asintió lentamente y bajo su cabeza. Este sintió como una mano fría alzaba su mentón y conectó su mirada con esos grises que tanto le gustaban. Si Draco se iba, entonces que pasaría con ellos, la pregunta comenzaba a carcomer la mente del menor.
—Necesitamos hablar de nuestra relación, yo me iré a otra ciudad y a pesar de tener un lazo, muy fuerte, no siempre nos podremos comunicar, hablar entre nuestros pensamientos agota mucho y tanto como tú y yo estaremos muy ocupados y serán mucho agotamiento.
Harry sintió sus ojos arder y Draco nego lentamente, lo acerco más a él y beso sus mejillas.
“No llores mi Hazzy, yo te amo demasiado y esto es por nuestro bien”
Harry asintió, trataría de entender lo más posible al rubio y esperaría lo que fuera suficiente.
—Solo serán seis meses, volveré, estudiaré para ser profesor y ayudare al mismo tiempo en algún caso urgente en la enfermería, ya hablé con Dumbledore y el acepto. ¿Dejas que me vaya?.
Harry intento sonreír en muestra de apoyo, acaricio los mechones de su novio y lo miro. —No necesitas pedirme permiso, yo te apoyaré en todas tus decisiones así como tú lo has hecho conmigo.
Harry acercó su rostro al de rubio y dejo un casto beso en sus labios, cerró sus ojos y unió sus frentes, era tan tranquilo. Era un acto tan íntimo entre ellos, se transmitían tranquilo y afecto con una simple pero significativa acción.
—Te amo. —Y yo a tí, hazz.
[•••]
En unos días se cumplían cinco meses desde la ida del rubio que dejó a algunos sorprendidos por su repentina idea.
A pesar de que eran aprendices de los profesores para ejercer la misma profesión. Se acordó que estos mismos seguirían llevando sus respectivos uniformes dependiendo de su casa. Sus clases correspondían a una o dos por día, el tiempo máximo era de 3 horas por clase, el tiempo restante lo podían utilizar para ir a Hogsmeade, la biblioteca, dormitorios y entre los otros lugares fuera y dentro del castillo, pero teniendo en cuenta de que los lugares de afuera no estuvieran tan alejados.
