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Crisantemo Blanco
Ese miércoles no hubo clases en todo el colegio, Hermione tuvo la magnifica idea que entre todos salieran a juntarse a las orillas del lago negro.
Iban a pasar un día entre amigos y tenían que ponerse al día. Harry quién se levantó primero que el rubio se arregló y lo despertó.
-No, déjame dormir un poquito más. Harry nego repetidas veces como si el rubio lo fuera ver. -Draco ¡Levantate ya! -Harry, cinco minutooos. Dijo alargando la O
El mayor jalo a Harry del brazo haciendo que este cayera arriba de su cuerpo y lo abrazo como si de un oso de peluche se tratará. -¡Sueltameee! Levanta tu estúpido trasero y ve a bañarte, Draco Malfoy.
Draco nego y aún con los ojos cerrados comenzó a depositar besos suaves y tiernos en el rostro del azabache quien quedó estático al recibir las muestras de afecto, sacudió levemente su cabeza y se dispuso a levantarse.
— Vamos, levántate. — Esta bieeen. La pereza se notaba en la voz del rubio quien soltó el agarre de la cintura del menor y se levantó haciendo que este último se cayera.
-Dracooo. Exclamó con dolor evidente. El rubio río y se adentro al baño. Harry se levantó y se sentó en la cama pensando seriamente en los besos del rubio.
Sintió su cuerpo temblar de nuevo al recordar el tacto de esos fríos labios en su cálida piel.
Harry se quedó pensando en la relación de ambos, en cómo iban a avanzar ahora, ¿qué relación tendrían ahora? Tantas preguntas se iban creando en su pequeña cabeza que divagó durante largos minutos que no se percató que este ya estaba listo. -Vamos Harry.
Este lo miro y asintió, en todo el camino se mantuvo en silencio mientras el rubio lo molestaba, diciéndole enano.
—Llegaron, ¿Acaso no durmieron anoche que se retrasaron tanto?
Draco rodó los ojos y Harry se sonrojo levemente.
—No digas estupideces Pansy, el señor aquí presente no quiso levantarse
Harry miro a Hermione y se acercó hacia ella pero se detuvo al ver que Theo le proporcionaba un cálido beso. Sus mejores amigos habían arreglado todo y así no se sentiría el aire tenso.
Todos se dirigieron al árbol cerca del lado negro. Harry se iba a recargar en el tronco pero ya Draco lo había hecho.
—Eyy yo iba a sentarme ahí— Reprochó el azabache logrando que todos rieran y este frunciera su ceño Todos rieron y este frunció su ceño. Harry por segunda vez en el día fue jalado del brazo por el rubio sentándose en su regazo.
